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Coahuila

‘Cada dificultad es reto para mí’

Dina Flores
Por Dina Flores - 27 diciembre, 2017 - 04:11 a.m.

SAN BUENAVENTURA, COAH.- Para algunas personas las limitaciones físicas son barreras que impiden convertir sueños en realidad, pero eso no sucedió con José Ángel Castellanos Ríos quien a los tres meses de edad su cuerpo sufrió parálisis cerebral infantil que le afecta el lado izquierdo de su cuerpo dejándolo postrado en cama por cuatro años, viendo pasar la gente y recibiendo las terapias de la masajista hasta que la medicina y el amor de sus padres, Anastasio Castellanos Martínez y Minerva Ríos López que nunca lo dejaron solo, lograron el milagro de que caminara con mucho esfuerzo, siendo en el momento que se puso en pie cuando se dijo a sí mismo que todo lo que se propusiera lo iba a conseguir.

El mayor de cuatro hermanos César Eduardo, Martha Guadalupe y Alberto, desde pequeño ha sido ejemplo de fortaleza tanto para ellos como para la sociedad en general.

Su primera experiencia fuera del hogar la vivió en el Jardín de Niños en donde recibió la comprensión de sus maestros y compañeros de clase quienes lo integraron al grupo para que se sintiera bien.

Fue en la escuela primaria Ruperto del Valle donde cursó la primaria y la secundaria en la Andrés S. Viesca. De ahí pasó a la preparatoria 24 de Monclova a donde su papá lo llevaba todos los días.

Fue cuando culminó sus estudios medio superior que su papá le dijo que debía consultar con un orientador vocacional, para saber cuál carrera podía estudiar dadas sus condiciones físicas, por lo que obedeciendo acudió en busca de ayuda encontrándose que una vez que el orientador le hizo el perfil este le dijo “te tengo dos noticias, una buena y una mala” a lo que José Ángel le contestó pues dígame la buena para soportar la mala.

La buena es que la carrera que elegiste va acorde a tus cualidades y la mala, en realidad son dos: no puedes estar lejos de tus padres por tu condición física y la segunda es que no tienes la capacidad intelectual necesaria para hacer una carrera universitaria.

La moral de José Ángel se vino al suelo, en su mente y corazón albergaba otras cosas muy distintas a las que le dijo el orientador. Sin embargo su espíritu de lucha lo llevó a hablar con su papá a quien le dijo que no se iba a rendir sin antes intentar las cosas, que le diera la oportunidad de probar entrar a la universidad y si no podía entonces le estaría eternamente agradecido por el apoyo que le dió.

Mi padre veía en mi a una persona con mayores problemas y retos qué enfrentar que los demás, de ahí su preocupación por mí, pero yo en lo personal veo cada dificultad como un reto a vencer y lo logro aunque ello me lleve a hacer mucho sacrificio pero al final consigo mi objetivo”.

Fue así que un día se fue a vivir a Saltillo donde comenzó la carrera de Licenciado en Ciencias de la Comunicación, ahí supo lo que es la soledad, no conocer a nadie pues para donde volteaba solo veía extraños, pero siempre hay algo que te ayuda a salir adelante, y eso sucedió el primer día cuando acudió a la farmacia a comprar un medicamento que necesitaba para su enfermedad, se encontró con que no se lo vendían sin receta por lo que no le quedó más remedio que prescindir de él y a cambio de eso comenzó la terapia de caminar, lo que fue de mucha ayuda para sobrellevar sus malestares.

A una persona a la que está por demás agradecido es a Armando Fuentes Aguirre “ Catón”, quien en ese entonces era el director de la Facultad de Ciencias de la Comunicación quien le facilitó el acceso diciéndole que si él quería estudiar ahí lo iba a hacer y que podía contar con su ayuda . Esto se debía a que iba como alumno extemporáneo.

Otro de los problemas que enfrentó fue no encontrar una casa de asistencia, pero la señora Cayetana García Robles quien asistiera a su papá cuando estudiaba la universidad de Ciencias Químicas quien le dio asilo de una manera limitada ya que eran cuatro los que habitaban el espacio por demás reducido.

Fue en esos momentos cuando estaba solo en el reducido espacio cuando le daba por escribir, siempre plasmando cosas positivas como una enseñanza para quienes lo leyeran, esa fue otra de las terapias que le ayudaron a sobrellevar su situación .

Su fe en Dios lo llevó a acudir varias veces a la iglesia donde pidió ayuda diciéndole al Todopoderoso que lo orientara pues había tomado la decisión de continuar preparándose y lo tenía que conseguir pero solo con su ayuda.

Y lo logró, con título en mano regresó a su ciudad natal, ahora a buscar trabajo, acudió a varias empresas entre ellas Altos Hornos de México donde le recibieron la papelería como en otras tantas pero al ver su condición física le decían lo mismo de siempre “ nosotros le llamamos” y esa llamada nunca llegó.

Su deseo era ser columnista, para eso acudió a esta casa editora La Voz donde laboró por unos meses pero tenía que pagar para que le hicieran los trabajos ya que todo se hacía en máquina de escribir.

De ahí acudió a una radiodifusora ya desaparecida ubicada en Frontera, la XEOP donde además de tener un programa de radio vendía publicidad de cuyos porcentajes se ayudaba.

Fueron los escritos que elaboraba para la radio los que llamaron la atención de la dueña, quien le dijo que se buscara un patrocinador, acudió a la Fundación Pape en busca de patrocinio para su sección cultural. Fue ahí donde le cambió la vida.

Ahí lo recibió el licenciado Solís, quien al descubrir el talento que José Ángel tenía le ofreció trabajo en la Biblioteca Pape, no sin antes invitarlo a que conociera las instalaciones, hasta que se colocó comenzando por el puesto más bajo hasta la dirección.

Comenzó como catalogador de libros, encargado de revisarlos, ver que tuvieran la secuencia correcta y folearlos para control del acervo de la biblioteca, después se sella hoja por hoja, de ahí a leer algo de ellos para elaborar la reseña.

Repentinamente un día le llamó el Director General José Manuel Luna Lastra. para ofrecerle la jefatura de la Biblioteca Pape, donde se desempeñó por 20 años hasta que su salud no se lo permitió más.

Sigo enamorado de mi trabajo, aún me sueño en la biblioteca, mi mayor pasión es ayudar y servir a la gente, verlos sonreír, pero sobre todo satisfechos.

La enfermedad poco a poco ha ido minando su cuerpo, su mente brillante se resistía a aceptar que pronto dejaría de trabajar, pero la vida es así y tuvo que dejar todo de lado para llevar una vida en paz.

Se desempeñó un tiempo en el Archivo Municipal, pero lo hizo de lado porque su ideología difiere mucho de la política actual. de ahí que ahora piensa más en él, disfrutar los días que le quedan de vida con su familia.

Tengo muchas cosas que hacer pero todas personales, disfrutar a mi familia, prepararme más con la elaboración de libros, hay muchas ideas en mi cabeza que un día haré realidad.

AUTOR DE TRES LIBROS

Esperanza en el Mañana que contiene 59 acrósticos que les hizo a sus compañeros de generación de la universidad,

Mis más bellos escritos para ti. Donde plasma su talento, sensibilidad y amor por la escritura y el verso.

Sambonenses de Ayer y hoy. Plasma la semblanza de personajes ilustres pasados y presentes de esta Ciudad con su respectivo legado. Este libro está agotado en las librerías.

‘Una esperanza en el mañana’

Su primer libro Una esperanza en el mañana contiene los 59 acrósticos que hizo para sus compañeros de generación.

Recuerdos.

Algunas fotos de recuerdos, títulos y reconocimientos, al fondo una foto de él cuando era bebé.

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