El portar
tatuajes ya no es perjudicial e incluso podría ser beneficiario en algunos lugares de trabajo, de acuerdo a un nuevo estudio de la Universidad de Miami y de la Universidad de Australia Occidental, que se centra en residentes de los Estados Unidos.
El estudio, que investigó a más de 2 mil personas en 50 estados, arrojó que un 40% de los “mileniales” portan algún tatuaje, por lo que cada vez son más comunes.
Sin embargo, la misma investigación encontró que incluso los
tatuajes visibles no tienen ningún efecto en oportunidades de trabajo, ingresos o en ascensos.
Lo más sorprendente es que en algunos casos, los
tatuajes hasta podrían ser beneficiosos en el trabajo.
Con casi la mitad de los “millennials” norteamericanos tatuados, las personas encargadas de contratar empleados quedarían en desventaja en caso de intentar discriminar futuros empleados por el arte que portan en su piel.
Se trata de un cambio radical del último estudio de este tipo realizado hace unos años en Estados Unidos, el cual encontraba un efecto negativo en sueldo y trabajos contra las personas con
tatuajes visibles.