SAN BUENAVENTURA COAH.- El don divino de ser madre es único pero ser madre de un hijo especial es excepcional, es enfrentar el reto que la vida impone y hacerlo con mucho amor.
Olivia Esther de la Cerda Ramírez es madre de una niña especial, se llama Victoria Guadalupe Muñoz de la Cerda, tiene cuatro años y padece Parálisis Cerebral Infantil, (PCI).
La vida de Olivia transcurre en el Centro de Atención Múltiple número 16 a donde diariamente lleva a Victoria Guadalupe para que reciba sus terapias. Todas las mañanas está en el plantel en donde además de convivir con las madres de familia y personal docente aprende sobre el cuidado de la menor para que se desenvuelva mejor.
Vive con su padre, Olivia afirma que sostuvo una relación de la que nacieron sus hijos Javier Alonso y Victoria Guadalupe pero que no se pudo sostener por mucho tiempo y decidieron separarse.
“El ve a los niños, incluso a la niña se la lleva para que conviva con la familia de su expareja pero después la regresa a casa, a ellos los tengo yo, mis hijos están conmigo y con mi padre Víctor Raúl de la Cerda Palos, quien es el que me apoya en todo momento”, dice.
Narra que para ella fue un impacto muy grande saber que su pequeña tenía parálisis cerebral pero que se armó de valor para enfrentar la situación y sacarla adelante.
“Creo en Dios y sé que por Él mi niña está evolucionado muy bien, pues antes su cuerpecito estaba flácido pero poco a poco mejora aunque esto requiere de mucha paciencia y solo yo puedo tenerla para que ella mejore”.
Dijo que su hija está en la lista de espera del CRIT en Saltillo, pero reconoció que llevarla implica gastos extras y que por el momento ella no trabaja ya que no hay quien cuide a la niña pues requiere atención permanente las 24 horas del día.
Al hablar del futuro afirma que solo estudió hasta la preparatoria, lo que le serviría para desempeñarse en alguna empresa, pero no podrá hacerlo porque primero está su hija.
Mi padre me ayuda pero no puede atenderla porque mi hija es muy especial además es mi deber cuidarla día y noche.
Reconoció que en ocasiones la tensión y el estrés la agobian por ese motivo fue necesario someterse a terapias psicológicas para sobrellevar su situación y que ella pudiera atender al cien por ciento a su hija.
Se autocalificó como una madre luchona que hará lo que sea porque su hija esté bien aunque eso la lleve a sentir que su hijo Javier Alonso se encele un poco porque ve que toda la atención es para su hermanita Victoria Guadalupe, pero dice que ella le explica los motivos y pese a su corta edad la comprende.
No es fácil pero así me tocó y tengo que enfrentar la situación sobre todo con mucho amor por mi hija, por mi familia para que estén bien.
