Por: Samuel Peña Guzman
Nadie quizás llegamos a pensar que el mundo entero iba a sufrir una Pandemia de esta naturaleza. El COVID-19 tiene muchas características que hacen muy difícil neutralizar su propagación. Solo por mencionar algunas de esas características, el virus es muy difícil de detectar, es posible estar infectado y pasar hasta un par de semanas, sin presentar síntomas y estar contagiando simultáneamente a terceras personas. El problema que se nos presenta y se nos va a presentar con mayor frecuencia en un futuro inmediato, son las medidas y la capacidad de reacción que tienen nuestras instituciones en nuestro país.
Este tipo de crisis en el fondo reflejan en cualquier comunidad, región, Estado y/o país las carencias, fortalezas, la estructura y seguridad de los sistemas de salud, así como las aptitudes y capacidades de reacción para ejecutar las políticas públicas de los diferentes gobiernos municipales, estatales y la coordinación con el Gobierno Federal. De la misma forma es necesario llevar a cabo una coordinación de solidaridad con la sociedad y generar empatía entre las autoridades y la sociedad civil para seguir las instrucciones que emanen de las diferentes instituciones de Gobierno. Creo que en México debemos de admitir que el Presidente no ha manifestado no solo un liderazgo en nuestro país en torno a la pandemia, sino que a minimizado sus efectos y desafortunadamente el Subsecretario de Salud, por instrucciones del Presidente ha minimizado de igual forma los riesgos de la Pandemia. Por todo lo anterior es demasiado sensato exteriorizar nuestra preocupación a las autoridades ante un errática política de prevención en México..
Nuestro país al igual que algunos otros, han retrasado hasta la fecha la implementación de políticas públicas sensatas para hacer frente a la Pandemia que ha provocado toda una crisis de Salud pública en nuestro país y en el mundo entero. Al día de hoy no ha sido declarada una emergencia nacional. Fueron realmente los Gobernadores de algunas entidades federativas de nuestro país los que tuvieron que hacer frente ante la ausencia del liderazgo del Presidente de la República en implementar medidas efectivas para atenuar el impacto de la pandemia en nuestro país. El Presidente AMLO, continua hasta la fecha con sus actos públicos masivos haciendo un lado las recomendaciones y medidas preventivas que han sido implementadas en otros lares del planeta, incluyendo nuestros vecinos de Estados Unidos.
Aquí en el país, aun desconocemos cual es la cifra de pruebas de detección. Peor aún el Gobierno de la República ha decidido prohibir a las instituciones particulares efectuar pruebas, careciendo de una total transparencia de los números de infectados en el país. Tan solo en Estados Unidos sólo se habían hecho 7 mil pruebas de detección (en parte debido a la imprudente escasez de reactivos); a esas alturas Corea ya realizaba 10 mil pruebas de detección diariamente y China 200 mil. Finalmente el gobierno estadounidense, la segunda semana de marzo se vio obligado a reconocer la gravedad de la situación, lanzando una estrategia de contención que adopta las prácticas más exitosas en países como Corea. Es probable que, en la mayoría de los países, los altos números de pacientes que requerirán hospitalización rebasarán la capacidad de los sistemas hospitalarios de los países. México debería haber empezado a tomar medidas, tiempo atrás. A la fecha en que escribo el presente artículo, el Gobierno de la República continua sin declarar una emergencia nacional para neutralizar los impactos no solo en los sistemas de salud, sino atenuar el impacto económico en el país. Aquellos países que han adoptado prácticas preventivas como ya decíamos Corea del Sur, Taiwán, Singapur, han sido capaces de evitar alzas en la progresión de contagios, lo cual permite que las demandas al sistema de salud sean menos repentinas. En México, la reacción del presidente López Obrador no sólo ha sido tardía, sino continúa siendo errática.
Aun es muy difícil cuantificar el grave impacto económico que tendrá no solo en la economía de nuestro país, sino las economías globales como las Europeas, la Estadounidense y las potencias de Asia, donde se originó la Pandemia. El impacto económico será enorme en las economías de Estados Unidos, Europa y Asia. Por otro lado, poco a poco se va deteniendo de manera gradual la expansión de contagios y/o la forma que el Corona Virus se expande. No obstante, de la baja letalidad del virus, el virus se expandirá por todo el mundo y quizás la mitad de la población pudiéramos llegar a contagiarnos de acuerdo a estudios de la Escuela de Salud Pública de Harvard, publicado en un artículo de la publicación de “Letras Libres”. Esperemos la vacuna anunciada por China recientemente, sea verdaderamente eficaz y atenúe el número de muertes en todo el mundo. Al final del camino de ahí nació la Pandemia.
Es prácticamente un hecho la Pandemia, provocará una crisis económica mundial similar a la del 2008. Si las autoridades actúan en forma premeditada y coordinada, pudiera ser que el daño que el virus le cause a las economías ya consideradas desarrolladas y/o industrializadas sea solo temporal, y se manifieste predominantemente en la segunda mitad del año. No hay que olvidar que México tiene una alta dependencia de la economía norteamericana. Las exportaciones de nuestro país hacia los Estados Unidos casi representan el 30% del PIB de nuestro país. La economía de Estados Unidos entrará en una recesión –probablemente severa– con certeza. Se van a requerir estímulos fiscales, no solo en los Estados Unidos, sino en nuestro país igual para tener una pronta recuperación. Recientemente se le propuso al Presidente y negó eliminar cualquier tipo de impuesto. Mientras que en España habrá moratoria en los pagos de hipotecas y se “dosificarán” los impuestos a las empresas, en Italia harán lo mismo reduciendo la carga fiscal de sus PYMES. En Francia, por ejemplo, se suspenderán temporalmente las obligaciones fiscales a las empresas y sus ciudadanos, inclusive en otros países con economías más pequeñas que las de México, como la Argentina, se exentará del pago de obligaciones patronales a los sectores afectados, en Colombia, se les devolverá el IVA. Sin embargo en México, el mismo Presidente Lopez Obrador ya dijo que no habrá estímulos fiscales para las empresas y los ciudadanos afectados. Es decir, todos a pagar impuestos y primero que nada el SAT. El sencillamente no cree en eso, más allá de otorgar apoyos mediante una política clientelar a los sectores mas necesitados, se olvidó de apoyar a quienes generan el bienestar económico de un país. Una política económica errática.
La crisis del 2008 fue muy diferente. En aquel tiempo, mucha gente dejó de gastar y comprar como reacción al desplome en el valor de los activos en su patrimonio. La mayoría de los bancos del mundo inyectaron grandes cantidades de liquidez para estimular la demanda y para provocar una fuerte baja en las tasas de interés, e incrementar la disponibilidad de crédito.
Ahora 12 años después, la situación es muy distinta, ya que hoy en día las tasa de interés son ya de por si demasiado bajas, de hecho en algunos países la tasa es negativa, pero el problema estriba en que por mas liquidez que se le inyecte a la economía, tendremos una interrupción en la oferta y cadena de abastecimientos, provocada por el cierre de fabricas y centro de manufactura como esta sucediendo ahorita con las fabricas Chinas, o también con las armadoras de vehiculos como Audi, Ford, GM, que han interrumpido sus procesos de producción aquí en México y Estados Unidos a raíz del CONVID-19. La capacidad productiva de empresas y corporaciones estadounidenses, europeas y de otros países, resultará también muy afectada en las diferentes cadenas de proveeduría en los distintos sectores industriales. Muchas cadenas de valor se frenaron al no contar con piezas o materiales proveídos por empresas de EUA, Europa o Asia. Es decir, se afectó toda la cadena de abastecimientos. Si una pieza del motor de un automóvil era hecha en ese país, por ejemplo, toda la línea de producción (en otros países) se detuvo al no contar con ella, y eso provocó que ese automóvil tampoco llegara a la agencia de automóviles para venderse. El impacto sobre aerolíneas, hoteles y restaurantes será igualmente enorme; de igual forma los prestadores de servicios serán impactados de una forma más inmediata. Es sólo cuestión de tiempo. Aun no hemos recibido el impacto.
El gran reto será coordinar las políticas públicas para evitar un daño permanente en el desarrollo económico del país. Para los servidores públicos del que yo fui parte hace tiempo es fácil aceptar políticas públicas que impliquen la suspensión de actividades y simplemente dejar de trabajar, sin embargo, al parecer las autoridades del Gobierno Federal no han tenido empatía en estas políticas económicas. Como mencionaban en las redes sociales, es más fácil aceptar la “cuarentena” cuando trabajas en el sector público, ya que al fin de mes cobrarás tu sueldo, mientras los que dependen de los clientes para pagar deudas, impuestos y sueldo no gozan de una “tregua” en sus cobros. De hecho, hoy en día están solicitando a las autoridades que congelen o reduzcan las deudas, impuestos, intereses mientras pasa la emergencia, solicitando justicia, equidad y empatía. Se va a requerir medidas urgentes y determinante para evitar una caída pronunciada de la economía y un daño permanente
En conclusión, tendremos un daño económico fuerte en la economía de México a raíz del COVID-19. Considerando que hay muchos miles de millones de pesos de inversionistas extranjeros invertidos en papel de deuda (Inversión Extranjera Indirecta) emitido por el gobierno mexicano en moneda nacional debido a la alta tasa de interés, la reciente debilidad del peso podría provocar su salida. Si bien es cierto, actualmente reciben una tasa aproximada del 7% anual, la depreciación de nuestra moneda ya les costó más de lo que esperaban recibir de intereses todo el año con la depreciación del peso mexicano en casi un 30%, algo parecido con los tesobonos, y la fuga de capitales que llevó a la crisis económica de Diciembre de 1994.
No obstante, lo anterior quizás el peor riesgo que se aproxima es el de salud pública. El gobierno de López Obrador sigue sin reconocer la incontestable gravedad de la pandemia que vive el mundo, y a veces pareciera creer que es posible que el virus simplemente sea benévolo con México. Lo cual está nuevamente equivocado. Creo que al final los empresarios terminarán pidiéndole apoyo al Gobierno por caridad, lo que tienen derecho a recibir por justicia y los mexicanos padeceremos las equivocadas políticas de prevención tanto de salud como económica ante la Pandemia del COVID-19 que actualmente padecemos y el Gobierno Federal aún no sabe como enfrentar.
Twitter @Samuel_Pena_G
(*) EL AUTOR ES LICENCIADO EN DERECHO POR EL TEC DE MONTERREY –ITESM-, CON MAESTRIA EN DERECHO INTERNACIONAL (LL.M) POR AMERICAN UNIVERSITY, WASHINGTON COLLEGE OF LAW Y MAESTRIA EN ADMINISTRACION PUBLICA (MPA) POR THE GEORGE WASHINGTON UNIVERSITY. HA SIDO CATEDRATICO DE DERECHO DE INVERSION EXTRANJERA EN LA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE NUEVO LEON –UANL. CATEDRÁTICA DE POSGRADO EN LA UNIVERSIDAD REGIOMONTANA UERRE. HA SIDO DIRECTOR DE INVERSION EXTRANJERA Y SUBSECRETARIO DE INVERSION Y FOMENTO INDUSTRIAL DEL ESTADO DE NUEVO LEON. ACTUALMENTE ES CATEDRATICO DE LA UNIVERSIDAD DE MONTERREY (UDEM). LAS OPINIONES EXPRESADAS, SON EXCLUSIVAS DEL AUTOR Y NO REPRESENTAN LA DE LAS INSTITUCIONES CON LAS QUE EL AUTOR SE ENCUENTRA VINCULADO.