Manolo pasó de vivir en las calles a convertirse en un héroe. Esto, tras acercarse a los binomios caninos que se encontraban en Guadalajara y ganarse la simpatía de la Fiscalía General de Jalisco, que decidió adoptado.
Su entrenamiento fue igual al de los demás y ahora el perro ha participado en las labores de rescate tras el sismo de 7,1 grados que sacudió a México el pasado 19 de septiembre.
Así, ayudó a localizar a una persona con vida que permanecía atrapada entre los escombros de una textilera en la colonia Obrera y, según cuenta su guía, Francisco Javier Enríquez Díaz, ha sido esencial en el trabajo de los últimos días.
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