Karen Klein, una mujer de 47 años de edad, caminó durante 30 horas por la nieve, bebió su propia orina y se alimentó con ramitas de los árboles con tal de salvar a su familia, después de que el GPS los llevara por el camino equivocado.
En el automóvil viajaban también su marido y su hijo de diez años, quienes permanecieron atascados mientras la mujer buscaba ayuda. Y, aunque salió provista de agua y comida, con el paso de las horas todo se le agotó.
Karen había recibido un entrenamiento de supervivencia en el desierto, por lo que sabía que si consumía nieve, sus probabilidades de contraer hipotermia eran mayores. Cuando comenzó a alucinar, entró a una cabina cerrada y pasó allí seis horas antes de ser rescatada.
Mientras tanto, el padre de 47 años caminó a un terreno más alto para obtener servicio de telefonía celular y pedir ayuda. Una oficina federal de Administración de Tierras localizó al hombre y al niño. Posteriormente realizaron una búsqueda para dar con la madre.
La familia se encontraba cerca de Las Vegas. De acuerdo con Jim Driscoll, subdirector del condado de Coconino, fue un milagro que los tres sobrevivieran a las altas temperaturas, informa Daily Mail.
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