Puerta Morada nació hace 26 años, de la inquietud de unos “chamacos” a quienes les gustaba pintar pero no tenían los medios ni el espacio para exponer sus cuadros. Uno de ellos era Jesús Guajardo, reconocido artista monclovense, quien celebra con una exposición más, dos décadas de matices y contrastes.
“En el año 1990 nos reunimos un grupo de chamacos pintores, cada quien trabajaba en su casa ya que no existía un lugar en donde pudiéramos expresar nuestro amor por el arte, y en ese entonces alquilar un taller era demasiado caro y lo que menos teníamos era dinero.
Después se nos ocurrió realizar una subasta y con lo recaudado compramos todo el material que necesitábamos para pintar, cuando por fin encontramos un espacio nos ubicamos en un cuartito de la plaza Zapopan y pintamos la puerta color morado. Ahí nos reuníamos, hasta que la gente nos identificaba como “ los de la puerta morada”, recordó el artista plástico Jesús Guajardo.
“Algo muy paradójico y con doble connotación, ya que la puerta es el lugar que te da acceso a un espacio, te da la oportunidad de entrar o de pertenecer a un lugar y la morada es un hogar, una casa, en donde alguien te puede recibir. Con el paso de los años en eso se convirtió este taller, en el lugar en donde puede ser recibido todo artista de la ciudad”.
Explicó que el objetivo principal de Puerta Morada era simplemente un punto de reunión, en donde cada uno de ellos podía expresarse, podía encontrarse consigo mismo, además servía como convivencia social, entre ratos se charlaba del acontecer de la ciudad, del mundo.
“Pero la gente poco a poco nos reconocía, y en una ocasión alguien nos pidió que le diéramos clases de pintura, y así nació el taller y la enseñanza, sin ser ese el propósito principal”, puntualizó.
PUERTA MORADA Y MONCLOVA
Con el nacimiento inesperado del taller de artes plásticas, Puerta Morada se convirtió para los artistas de la localidad en un espacio de expresión, adaptándolo propiamente como una especie de escuela.
“Desafortunadamente en Monclova no existía ni existe una escuela de arte, por lo que muchos artistas y amantes de las artes plásticas se acercaban con nosotros en búsqueda de una conexión, una comunicación con quienes entendieran este matizado lenguaje, por lo que decidimos reunirnos para formar una asociación”.
Para Jesús Guajardo, quien ha tenido la oportunidad de dejar su esencia en diferentes muestras de arte en la ciudad, Puerta Morada significa el oxigeno de la comunidad artística.
“Para mí Puerta Morada es el oxigeno de la comunidad artística y para todo aquel que quiere respirar de él, ya que el arte no es pintar bonito es tener una comunicación con uno mismo y tener un diálogo con la comunidad a través de tus obras”, subrayó.
Para el artista y fundador de Puerta Morada, es de suma importancia que el talento artístico de la localidad sea canalizado a los espacios apropiados, con la asesoría y enseñanza correcta para lograr destacar fuera y dentro de la ciudad, incluso del país.
“El arte en Monclova necesita mucho apoyo, humanamente estamos muy olvidados. Creo que en nuestra ciudad hace falta una escuela de arte, una válvula de escape que permita a los jóvenes expresarse a través de las artes. A pesar de la inexistencia de este impulso, los artistas hemos sobrevivido, creando nuestras propias herramientas, para lograr nuestros sueños”.
Jesús Guajardo pone como ejemplo al monclovense Raúl Flores Canelo, quien en pasados días recibiera un homenaje a través del teatro de la ciudad.