La estatura de Édgar Reyna es menor a la de sus compañeros, pero su entusiasmo, dedicación y carisma es superior a la de todos
Una pequeña banca, más pequeña incluso que la de sus compañeritos del jardín de niños “Mateo de León Ochoa”, ocupó este lunes Édgar Reyna, un niño especial que valerosamente no lloró en su primer día de clases.
Llegó desde temprano a su escuela en el sector El Pueblo, abriéndose paso entre los “niños grandes”, pero no más grandes que sus deseos de superación.
Édgar Reyna padece acondroplasia, un trastorno que impide el crecimiento, con seguridad saludó a la bandera, mientras su abuelita Rosario Adelita Villarreal lo veía orgullosa
En el salón, una silla frente a una mesa un poco más pequeña a las demás fue acondicionada para que Édgar estuviera un poco más cómodo durante sus clases, además hicieron una adicional para que sus compañeros pudieran acompañarlo.
Mientras sus compañeros quienes no pudieron evitar romper en llanto porque querían regresarse con sus papás, Édgar tranquilamente se sentó en su lugar a observar a sus compañeros de clase que no querían quedarse.
Su abuelita, comentó que el pequeño está por cumplir tres años en el próximo mes de septiembre, así que se había llegado el momento de meterlo al kínder y no iban a permitir que nada ni nadie impidiera que se quedara fuera.
Señaló que su nieto padece acondroplasia, un trastorno que impide el crecimiento, es por ello que adaptaron una mesa y dos sillas para que pudiera sentarse un poco más fácil y cómodamente durante sus clases.
Indicó que su nieto es un niño completamente normal que hace muchas cosas solo, pero tiene este padecimiento con el que tienen que aprender a vivir y está convencida que no será impedimento para que salga adelante.
“Es importante que las autoridades educativas comprendan que existen niños en diferentes condiciones, algunos con sillas de ruedas, muletas o andaderas, es por ello que deben acondicionar para que todos puedan sentirse incluidos”, recalcó la abuela del menor.
Por su parte, la maestra del pequeño, Sonia Renovato aseguró que durante su clase realizarán actividades que permitan la inclusión de todos los niños, sin importar problemas o condiciones pues todos tienen que ser iguales.
“Vamos a realizar actividades especiales en donde todos nuestros pequeños puedan participar, buscando que en base al juego puedan aprender, especialmente comprender que todos somos iguales sin importar ninguna condición”, finalizó la docente.
Saldrá adelante
Édgar Reyna es un niño completamente normal que hace muchas cosas solo, pero tiene este padecimiento con el que tienen que aprender a vivir y su abuela está convencida que no será impedimento para que salga adelante.
EL PEQUEÑO ÉDGAR
Édgar Reyna padece acondroplasia, un trastorno que impide el crecimiento, es por ello que adaptaron una mesa y dos sillas para que pudiera sentarse un poco más fácil y cómodamente durante sus clases.
