El bar Zeppelin fue embargado hasta con las puertas del lugar luego que en tres ocasiones el dueño del negocio burló la ley al negarse a liquidar la terminación a un ex empleado de seguridad al que despidió hace varios años.
Bocinas, pantallas, mesas, sillas y hasta las puertas de la entrada principal se llevaron las autoridades la noche de ayer del mencionado antro que dejó de funcionar pues no hubo ni donde sentarse, toda vez que en dos ocasiones anteriores el propietario de nombre Humberto había logrado burlar los intentos de embargo que ascienden a 250 mil pesos, solo de salarios caídos.
El bar Zepelín fue embargado la noche del miércoles por autoridades municipales.
Fue cerca de las 22:40 horas del pasado miércoles cuando varias unidades de la policía preventiva arribaron al lugar y cerraron una arteria para que se llevara a cabo el aseguramiento de los bienes señalados donde se le liquidaba una parte de la indemnización a un ex trabajador de seguridad que fue despedido sin motivo justificado.
Cinco años fue lo que duró el proceso para que el despistado propietario evadiera la responsabilidad del pago a su ex empleado decretándose con el número de expediente 94/2018 el día de ayer por parte del departamento de Conciliación y Arbitraje la solución definitiva, quedando un embargo más pendiente que se llevara dentro de una semana para que quede todo finiquitado al ex trabajador.
