SAN BUENAVENTURA COAH.- Escuchar la palabra cáncer es hablar de lagrimas, de lucha, de desesperación, de sueños y metas, es combatir a brazo partido a una enfermedad que tanto al paciente como a la familia mantiene en vilo, es en ese tiempo cuando afloran los sentimientos y el potencial que llevan adentro quienes la sufren.
Tal es el caso de tres mujeres oriundas de esta ciudad que cada día, cada hora y cada minuto hacen todo lo posible para ganar la batalla, el móvil son sus hijos y nietos, pero más que eso por ellas mismas.
Flor Alicia Alvarado Guía es madre y abuel, tiene 37 años de edad, no tiene pareja, vive con su madre, sus hijos María Fernanda y José Rodrigo Dávila Alvarado y su nieto Axel Emanuel.
Dice que por cuestiones de trabajo, pues por muchos años se desempeñó como empleada doméstica, nunca acudió a hacerse el Papanicolau, pero que debido a molestias que sentía es que fue al médico, encontrando que tenía un tumor muy grande en el cuello de la matriz.
“Cuando me lo detectaron estaba en la etapa 3B pero se expandió llegando a la etapa 5, acaba de terminar el tratamiento de radioterapia y espero buenas noticias el próximo 25 del presente mes cuando me revisen de nueva cuenta en Monterrey” dice.
Agrega que desde que se enteró ha hecho grandes esfuerzos por tener una actitud positiva, aunque a veces le gane la desesperación de aliviarse y volver a trabajar, ya que por el momento no puede pues corre el riesgo de que el tumor se reviente, además de que se presenten de nueva cuenta las hemorragias.
Reconoce que son muchas las personas que se han acercado a ella para apoyarla y darle ánimo y que mantiene su lucha por sus hijos y nietos a los que quiere seguir viendo y estar a su lado por muchos años más.
“La vida es hermosa, hoy la amo más, tener cáncer me hizo ver las cosas de manera distinta, contra todo procuro tener animo positivo aunque en ocasiones me siento agobiada por es normal.
UNA BOLITA EN EL PECHO CAMBIÓ MI VIDA
Fue durante el embarazo de su segunda hija Daniela que Verónica Rivera García que descubrió una pequeña bolita en el pecho, a la cual fue observada por su médico de cabecera quien la mandó a hacerse un ultrasonido, porque no podían hacer más debido a su estado, pero una vez que se alivió le hicieron biopsia en donde salió Bisrradis 4 y células atípicas, diagnosticando que no estaba bien, pero que no era canceroso.
Sin embargo tres oncólogos le dijeron que era necesario operarse descubriendo en el quirófano que si era cáncer, un ganglio positivo, un tumorcito de dos centímetros en etapa dos.
De inmediato se trasladó a Monterrey donde le hicieron una resonancia de mama en donde salieron cuatro bolitas en la parte alta del pecho, por lo que de nueva cuenta le practicaron una biopsia la que dio positiva, sometiéndola a una operación para retirarle todo el pecho y colocarle un expansor.
El expansor sirve para que el pecho se agrande por medio de inyecciones de agua para que abra espacio hasta que llegue al tamaño adecuado, que la piel se estire para que el implante ocupe ese lugar.
Pero antes de la colocación del expansor fue sometida a seis quimioterapias y 25 radiaciones.
Me siento bien en este momento pero al principio se me cerró el mundo, pues lo primero que pensé es que me iba a morir y entonces quien vería a mis hijas, pero el apoyo de la familia, el amor de mi esposo Santiago Rodríguez Willars, mi madre, suegra y amistades fueron lo mejor, al igual que el médico, fueron todos muy positivos.
Agrega que para ella la mejor medicina es el amor que la rodea, resaltando el apoyo de su hermana que nunca la ha dejado sola.
Dijo que padecer cáncer lleva a conocer a muchas personas y que para ella fue impactante, más aún cuando su enfermedad fue detectada cuando tenía 33 años de edad, siendo que todo el mundo afirma que es hasta los 40 cuando se presenta, pero en ella no fue así.
Como todo enfermo de cáncer Verónica sufrió altibajos, como fue enfrentar a su hija mayor Maricela cuando la vio sin pelo, resultado de los tratamientos, le decía ponte la peluca porque las mamás de mis amiguitas tienen mucho pelo , en cambio su esposo le apoyó e incluso le decía que si quería no se la pusiera, siempre con la intención de no hacerla sentir mal.
Es difícil aceptar la enfermedad, pero el hecho de ver a mis dos hijas pequeñas, una de cinco años y otra de un año tres meses, me preguntaba quien las iba a ver, siendo la respuesta inmediata, pues yo , por eso voy a luchar para salir adelante y vencer esta enfermedad.
Comenta que para ella un mundo se abrió y es de aquellas personas que como ella padecen cáncer, juntas se apoyan entre si, se dan ánimos y se visitan para fortalecerse unas a otras.
CÁNCER DE TIROIDES, POCOS CASOS EN EL MUNDO
Pudo más saber que era lo que pasaba en su cuello que el miedo que le provocaba conocer el diagnóstico que al final se lo dieron a saber y que la llevó a que su mundo se derrumbara.
Fue un año de pesadilla para Laura Guadalupe Castellanos , doce meses en los que fue tratada por dos tumores que tenía y que eran notorios por lo que había que extirparlos.
En Monclova le hicieron la biopsia y fue positiva “en ese momento sentí que todo acababa, pero de inmediato me sobrepuse y emprendí la lucha por mi esposo y mis tres hijos, pero a Dios le pedí mucha fortaleza por mis padres que ya son grandes de edad.
Comenta que fue necesario hablar con la familia de lo que estaba pasando y del proceso de operación a la que la iban a someter pues el tumor estaba cerca de la vena aorta, y las cuerdas bucales, por lo que corría el riesgo de quedarse sin voz ya que sería imposible que no se las lastimaran, además sería inducida al coma por el riesgo de la cirugía.
Pero fue todo lo contrario, ya que habló cuando reaccionó de la anestesia, incluso el médico se sorprendió al verla, quien también le dijo que ella no era candidata a radiaciones, solo a tomar yodo.
“Fui muy consentida por mis hijos y mi esposo, lo sucedido unió a la familia, nos cuidamos unos a otros, somos más fuertes y en cuanto a las chicas de la fundación Unamos Lazos, es un hecho que somos otra familia pues nos ayudamos unas a otras, eso levanta mucho el ánimo porque esta lucha no la ganamos solas, necesitamos el apoyo de nuestros seres queridos” dijo la entrevistada.
