Por fuera, es un camión lleno de colores con la leyenda Schoolbox en la parte superior, al subir uno puede observar mesabancos, colores, plumones y un globo terráqueo, entre otros materiales académicos.
El vehículo funge como una escuela móvil que tiene como objetivo educar a los menores que hay en
Tijuana. El esfuerzo es un proyecto coordinado por Ángeles de la Frontera y Schoolbox Project, una organización que ha trabajado en diversos lugares que atienden a menores refugiados.
En todos los albergues tienen más de 50 niños. Varias organizaciones nos estamos sumando a trabajar con programas educativos para los menores que están en una situación vulnerable y darles herramientas si es que se van a regresar a su país, o se quedan en Tijuana”, dijo Andrea Rincón, integrante de Ángeles de la Frontera.
Una de las preocupaciones de estas asociaciones es que los menores en tránsito sigan aprendiendo y, además, les dan atención sicológica y académica, actividades que se suman a las que ofrecen los voluntarios que acuden a los albergues para aliviar el estrés de los niños migrantes.
El pequeño camión escolar atenderá a los menores entre 5 y 13 años e iniciará su ruta el 22 de julio, visitando los albergues de la región para ofrecer apoyo sicológico, emocional y académico.
Esta idea fue bien recibida por los migrantes que llegaron a esta ciudad fronteriza con hijos.
Como Reina Vázquez, una hondureña que viajó acompañada de su hijo, quien estaba a punto de cursar el último año de primaria.
Él debería de ir (a la escuela). Estaba en tercer grado cuando nosotros nos vinimos de allá (Honduras); él está perdiendo clases en nuestro país, aunque él sigue con sus actividades diarias como si estuviéramos en nuestro país. Sí que sería muy bueno una escuela para que los niños no se queden sin aprender”, comentó Reina.
