Gales.- Hannah Turtle consternó a la corte cuando admitió haber colocado pastillas para envenenar a su bebé en su biberón y posteriormente, lo asfixió.
Turtle, originaria de Gales del norte, sollozaba ante el tribunal al declarar que dio medicamentos antidepresivos al James “N”, su bebé, en su leche y finalmente, lo asfixió en el año 2016.
El pequeño James tenía solo 7 semanas de edad y su madre enfrenta un juicio por su asesinato, el cual cambió radicalmente de rumbo cuando ella confesó.
Ella aceptó los cargos, tres por sufrimiento innecesario y dos por haberle suministrado el medicamento.
Señaló que ella procedió de esa manera tras escuchar voces que le decían era una mala madre.
Se presentó en el tribunal en el banquillo, llorando y con la cabeza baja.
La actitud de la mujer cambió, previamente había sonreído cuando cuando relató a una trabajadora social que asfixió a su bebé.
Soy una asesina, maté a mi bebé.
Turtle dijo que en tres ocasiones durante diez días tapó la boca del bebé, obstruyendo su respiración, pero no era su intensión matarlo.
Al preguntarle el por qué de esta acción, solamente dijo: “Simplemente no pude evitarlo”. La trabajadora social informó que no reaccionaba de la manera que uno esperaría.
