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España: la batalla legal por la custodia de sus hijos que llevó a Juana Rivas a huir con ellos

Por Agencia - 20 agosto, 2017 - 02:40 p.m.

En España, el hashtag "#juanaestaenmicasa" se ha vuelto viral.

Se puede ver en las redes sociales y en los titulares de los blogs más populares del país. También se han puesto afiches en las tiendas y personas que la apoyan han gritado esa frase en movilizaciones en las calles.

"¡Juana está en mi casa!"

El origen de esa expresión de solidaridad es Juana Rivas, que se ha convertido en una especie de celebridad en la lucha contra la violencia de género. Especialmente porque desde hace tres semanas no se sabe dónde se encuentra.

Se suponía que la mujer debía entregarle el pasado 26 de julio a sus dos hijos, de 3 y 11 años, a su padre, el italiano Francesco Arcuri.

Y debía hacerlo porque una corte había ordenado darle al padre la custodia de los dos niños, después de que Rivas los había traído desde Italia hasta España y se había quedado en el país sin el permiso de Arcuri.

Francesco Arcuri.Derechos de autor de la imagenAFPImage captionJuana Rivas no se presentó a la audiencia el pasado 8 de agosto, a la que sí asistió Francesco Arcuri, en la imagen, quien es el padre de los dos menores.

Rivas no se presentó para entregar a los niños y tampoco asistió a una citación de la corte programada para el 8 de agosto.

El juez ordenó su arresto, y de hecho podría enfrentar una condena de hasta cuatro años de cárcel por secuestro.

Pero desde el 26 de julio nadie ha visto a Juana Rivas en público. Y parece que tampoco nadie sabe dónde está.

La batalla contra la violencia de género

La campaña viral es mucho más que un juego de misterio no resuelto: pone de relieve una denuncia contra la violencia de género.

Rivas ha dicho, en mensajes enviados a los medios de comunicación que están pendientes de la historia, que durante su relación con Arcuri fue víctima de abusos físicos y psicológicos, como también lo fue su hijo mayor.

Juana Rivas lloraDerechos de autor de la imagenAFPImage captionLa madre dio una conferencia de prensa poco antes del 26 de julio, fecha en la que tenía que entregar a sus hijos al padre.

Además, indicó que Arcuri había sido condenado a tres meses de prisión por violencia doméstica hace ocho años.

"Una mujer que huye del terror para proteger a sus hijos no puede ser acusada de secuestrarlos", escribió Rivas en una de las cartas, que fue leída durante una manifestación en la ciudad española de Granada, el pasado lunes.

"Un abusador nunca daría permiso para que nos fuéramos", agregó.

Los activistas contra la violencia de género han convertido a Rivas en un símbolo en España, un país donde las estadísticas indican que cada año mueren asesinadas unas 60 mujeres a manos de sus parejas o exparejas.

Pero Francesco Arcuri insiste en que es una víctima del frenesí mediático que ha distorsionado la historia de su relación, donde él ha quedado como un criminal, cuando, según el propio Arcuri, todo esto no ha hecho sino impedirle ver a sus hijos y velar por su bienestar.

Una relación agria

La pareja se conoció en 2004, en Londres, de acuerdo a relatos de los medios españoles. Rivas tenía 23 años y estaba allí para estudiar inglés y Arcuri, quien tenía 38, administraba un restaurante.

Juana Rivas en una conferencia de prensa.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGESImage captionJuana Rivas se llevó sus hijos desde Italia hacia España a mediados de 2016.

La pareja tuvo su primer hijo en España, en 2006. Tres años después, Arcuri se declaró culpable del delito de golpear a Rivas repetidamente después de que ella llegara de madrugada a la casa.

Arcuri, sin embargo, señaló luego que nunca hizo tal cosa y que se declaró culpable en aquel caso para evitar una larga y penosa batalla legal que le impidiera ver a su hijo.

Como se declaró culpable, logró evitar la prisión, debido a que sentencias menores a dos años son excarcelables.

La pareja logró recomponerse y se mudó a la isla de San Pietro, en Cerdeña, donde administraba un pequeño hotel. Allí tuvieron un segundo hijo, pero la relación volvió a tener problemas.

Rivas indicó en sus misivas que se sentía atrapada en Italia y vivía presa del terror con una pareja violenta.

En mayo del año pasado, se marchó con sus hijos de regreso a España y desde entonces su padre no los ha vuelto a ver.

Estando en España, Rivas lo volvió a demandar por violencia doméstica.

"No soy un terrorista"

Además de todas las movilizaciones que piden que se le otorgue a Rivas la custodia de los menores, el caso ha involucrado a políticos importantes de la región de Andalucía, en el sur de España. Como Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, quien le ofreció apoyo legal a la madre.

Pro joint custody demonstrators gather to support Francesco Arcuri in front of the court of Granada on 8 AugustDerechos de autor de la imagenAFPImage captionVarias personas expresaron su apoyo al padre, señalando que la mejor opción era una custodia compartida

El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, también se puso de su lado.

"Hay que ponerse en el lugar de esta madre", dijo a los medios recientemente.

"Un matrimonio ha tenido que irse a Italia, ha tenido que volver, ella ha sido dos veces agredida, su marido ha sido condenado por los tribunales... A las personas conviene atenderlas, a las personas conviene comprenderlas y luego está todo lo demás", agregó.

Y las redes sociales se llenaron de demostraciones de apoyo a Rivas. No sólo con el hashtag #juanaestaenmicasa, sino también con mensajes directos que evidenciaban la solidaridad con Rivas en la causa.

"Hola, Juana. No sé dónde estás, pero si lees esto quiero que sepas que puedes contar conmigo para esconder a tus hijos. Seguro que con muchas otras mujeres", es uno de los mensajes que llegaron a las plataformas creadas para mostrar el apoyo a la mujer.

Sin embargo, Arcuri, quien acusó a Rivas de andar siempre de fiesta en Italia dejándole a él la mayoría de los deberes paternales, señaló que la opinión pública en España se ha alzado injustamente en su contra.

Una mujer suiza, identificada como S.M. y que fue pareja de Arcuri por 10 años, dijo a los medios que "no cree ni por un segundo que él haya maltratado a su esposa y a sus hijos".

Y Arcuri concluyó: "No soy el terrorista del que hablan en los medios".

"Soy un padre con dos decisiones judiciales a mi favor, quien por más de un año no ha podido ver a sus hijos que fueron secuestrados".

BBC

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