El conductor de una Ram que buscaba una farmacia para comprar medicamentos a su hija, derribó dos bardas de concreto, terminando su camioneta en el patio de una vivienda de la colonia Hipódromo, descubriéndose además que se encontraba armado con un rifle de alto poder.
El aparatoso accidente se registró cerca de la 01:20 horas sobre la calle 9 con calle 2 del citado sector, reportándose de inmediato al número de emergencias 911.
Los primeros en llegar al sitio fueron socorristas de Cruz Roja, quienes le brindaron los primeros auxilios a quien dijo llamarse Adán Cortez Murano, de 34 años, vecino de la calle 18, número 1118, de la colonia Emiliano Zapata, quien indicó que buscaba medicamentos para su hija que estaba muy enferma.
Socorristas de Cruz Roja le brindaron los primeros auxilios al conductor.
Al lugar también llegaron los elementos de Control de Accidentes para realizar las investigaciones pertinentes. Según versiones de los vecinos la Ram circulaba por la calle 9 a exceso de velocidad y al llegar a la calle 2 se impactó contra el domicilio marcado con el número 921, propiedad de Armando Sosa.
Sin embargo ahí no detuvo la marcha, pues al continuar derribó una pared de block y siguió hasta estrellarse contra una segunda barda de la vivienda marcada con el número 812, propiedad de Javier Martínez Rodríguez.
Testigos del accidente de inmediato auxiliaron al conductor y aseguraron que en el asiento trasero de la camioneta, el hombre llevaba un rifle de alto poder el cual fue asegurado por los mismos elementos de Control de Accidentes, pero estos se negaron a proporcionar información del arma, argumentando que ellos no sabían de la misma.
Trascendió que Adán Cortez no dejaba de pedir ayuda para su hija, por lo que al estar cerca de su casa, los socorristas de Cruz Roja decidieron acudir al domicilio para revisar a la menor antes de trasladarlo a un hospital y confirmaron que una niña estaba ardiendo en calentura, por lo que la trasladaron junto con su padre al hospital.
Finalmente, los representantes de la ley ordenaron que la camioneta fuera llevada a una pensión de grúas, donde quedará resguardada hasta que el conductor se responsabilice por los daños provocados, pero del paradero del arma larga ya no se supo nada.
