La falta de capacidad de los Ministerios Públicos, así como su minoría de edad favorecieron a Perla Anahí García alías “La Pelirroja” en el proceso legal en su contra, es por ello que solamente recibió tres años de prisión.
El expresidente del Foro de Abogados, Miguel Ángel Reyna Adam comentó que lamentablemente influyeron dos factores importantes para que la acusada recibiera una sentencia tan baja por un delito tan grave que cometió.
Dijo que tiene conocimiento que en un principio la joven fue consignada por el delito de homicidio calificado, sin embargo al momento del desahogo de pruebas ante el Juzgado Especializado en Menores se reclasificó el delito a homicidio simple, pues no existían las pruebas suficientes para el primero de estos.
Señaló que es evidente que la joven actuó con premeditación, alevosía y ventaja, pues sabía que al subirse a la unidad iban a tratar de asaltar al conductor para despojarlo de su dinero, sin embargo terminaron asesinándolo.
Aseguró que es lamentable que el Agente del Ministerio Público no pudiera acreditar estas agravantes que hubieran incrementado la penalidad en su contra por el delito que cometió por la falta de atención en la integración de los expedientes.
“Sin duda se percibe una falta del personal de la Procuraduría General de Justicia, ya que no pudieron acreditar el delito de homicidio calificado que hubiera servido para darle un castigo mayor a la joven”, afirmó el litigante.
Asimismo, Reyna Adam aseguró que otro de los factores que lamentablemente influyeron en la leve sentencia de la acusada es la Ley para Adolescentes que es demasiado benévola, pues cuenta con muchos beneficios para los acusados.
Señaló que cuando una menor de 18 años, pero mayor de 15 comete un delito como este sabe perfectamente lo que está haciendo, así como la gravedad o las consecuencias que traerá, sin embargo les dan una sentencia leve que no hace que aprendan la lección.
Dijo que la bondad de esta ley puede ser aprovechada por los delincuentes, quienes pueden utilizar a los menores para delinquir, ya que no reciben un verdadero castigo y quedan rápido en libertad.
