Una fotografía de la década de los 90´s, que se encuentra en el pasillo de la fama del Club El Socorro de Monclova, es fiel testigo de una aventura que terminó en el Campeonato Mundial de Miami, Estados Unidos.
Era 1998, el profesional Fernando Solís Rivera tenía a su cargo un puñado de niñas y jóvenes promesas del Green; trabajó duro y fueron campeones en la gira juvenil de la Zona Norte.
Solís Rivera tiene grandes anécdotas en el Club El Socorro.
Después de 20 años, esos intrépidos golfistas se convirtieron en hombres y mujeres de bien y se reencontraron con él, quien vive su wapoyando a sus hijos.
El entrenador profesional, Solís Rivera, nació el 18 octubre de 1970 en Saltillo, Coahuila. El gusto por este deporte surgió desde pequeño porque su papá fue Caddie y no sólo siguió sus pasos sino los superó.
A sus 20 años, dio el “golpe de salida” en su carrera de profesional, gracias a su tío José Vázquez y al apadrinamiento de Wipa Quiroz y Rafael Alarcón, este último fue coach de la internacional Lorena Ochoa.
Su carrera se enfocó a las nuevas generaciones del golf, con quienes recorrió cada uno de los hoyos del Campestre Saltillo, además ocupó todos los cargos administrativos.
Un día, recibió la invitación de Genaro Dávila, del Club El Socorro de Monclova para unirse a un nuevo proyecto de golf dirigido a niños y jóvenes de Monclova. Sin pensarlo aceptó el reto para iniciar su primera etapa en 1995.
UNA GENERACIÓN DE ORO
El profesional Fernando Solís es toda una institución en el Golf.
Actualmente, el profesional tiene 48 años de edad y recuerda todo como si fuera ayer. Entre pausas, presume algunas fotografías de antaño y cuenta una historia en cada una, y en otras, le hace honor a su segunda pasión; el beisbol, en particular al Club Acereros, actual campeón de la Liga Mexicana.
En una de sus anécdotas compartió que varios de sus compañeros golfistas le aseguraban sobre la existencia una fotografía de él con un grupo de niños en el Club El Socorro, pero no tenía conocimiento. Tiempo después uno de esos niños, ahora adultos, lo encontró en Saltillo y también le comentó de la misma.
“Cuando me dicen que regreso a Monclova para mi segunda etapa, lo primero que hago es preguntar por esa foto, la empiezo a buscar y la encuentro. Fueron sentimientos encontrados, fue una época fantástica”, compartió.
En esa foto, tomada en el hoyo 3, en 1998 aparecen los primeros 21 niños de los 40 que llegó a tener el Club, era el equipo Élite. Ahí se encontraba Paloma Martínez, Gerardo Benavides, Jaime Lazalde, Alan Beyer, Jesús Reséndiz, Eugenio Salinas, Ricardo Salinas, entre muchos más.
CAMPEONES DEL MUNDO EN MIAMI
Con el grupo de niños y jóvenes entrenó arduamente, muchos de ellos apenas iniciaban a practicar el golf, así que partió con lo básico desde agarrar el palo, el swing y sobre todo la concentración en los momentos clave.
La familia golfista fue creciendo, y entre travesuras de los pequeños, y golpes bajo par, los resultados se dieron en la Gira Juvenil, conquistaron la Zona Norte hasta llegar al Nacional, y de ahí al Mundial en Estados Unidos.
“La golfista más destacada fue Paloma Martínez. Ella tenía unos 8 años y participó en el Mundial de Miami, en la categoría 7-8 años. Era una pequeñita y vaya, que dio el resultado, fue nuestro primer campeonato mundial”, indicó.
Hace una pausa, su lenguaje corporal transmite emoción como si se hubiera trasladado al momento justo de haber ganado el mundial. En ese instante, se cambia su gorra de la suerte color azul por la de Acereros, y asegura, que se siente orgulloso de aquel logro, que nadie ha podido igualar o superar hasta ahora.
Recordó su primera etapa en el Club El Socorro.
OTRO MUNDIAL Y UNA HERMOSA HIJA
Para el profesional, Fernando, el trabajo continuó en el Club redobló el esfuerzo con la encomienda de hacer crecer a los golfistas y el número de participantes.
Poco a poco, cumplió con cada uno de los objetivos trazados, ocupó los primeros lugares en la Zona Norte y en el Nacional, y clasificaron al Mundial. Esta vez, Paloma Martínez y Eugenio Salinas, en la categoría 8-9 años. La sede fue San Diego, Estados Unidos.
“El Club El Socorro se consolidó, claro con el apoyo de los directivos y el comité de Golf. Participar otra vez en el mundial fue magnifico para el Club. Esta vez, Paloma Martínez ocupó el cuarto lugar y Salinas tuvo una buena participación”, expresó.
También apoyó a equipos representativos de adultos y conquistaron diferentes torneos nacionales, entre ellos estaban Alfonso Felán, Luis Beyer, Héctor Valdez, Daniel Castaño, Gerardo Benavides, Salvador Benavides, Jaime Puentes, Raúl Martínez, Azael González, Eduardo Roehll, Héctor Cavazos, Alan y Ernesto Beyer, Genero Dávila, entre muchos más.
Otro de los momentos que marcó su vida fue el apoyo incondicional de su esposa María Carolina Cubillo del Bosque y sus dos hijos Luis Fernando y Emma Guadalupe, pero sobre todo el nacimiento de su hija, María Fernanda Solís Cubillo (+), en Monclova.
Para el año 2001, el profesional cerró su ciclo en el Club El Socorro y emigró a otros Estados, donde también dejó huella.
120 NIÑOS, CIFRA RÉCORD
Tras su participación durante 6 años en Monclova, emigró a Nuevo León y Tamaulipas para entrenar niños de los diferentes clubes.
Nuevamente empezó desde cero y al poco tiempo los resultados se dieron con golfistas como Eugenio Guerra, Gabriel Derbez, Eduardo Derbez y muchos más quienes actualmente se encuentran en el top diez a nivel nacional.
“Considero que he dejado huella en mi camino, son 120 niños con los que he trabajado. Algunos ya son adultos, otros siguen en su proceso y estoy satisfecho”, indicó.
Uno de los golfistas que entrenó y es de talla mundial es Abraham Ancer, de Reynosa, Tamaulipas, quien juega en el PGA Tour y ganó en el Emirates Australian Open en el 2018.
SU REGRESO A CLUB EL SOCORRO
Fue a principios del presente año, cuando Fernando Solís regresó a Monclova para vivir su segunda etapa y está más motivado que nunca. Sus objetivos son claros; hacer crecer el número participantes infantiles y juveniles en el Club y colocarse entre los primeros lugares de la Zona Norte.
“Agradezco la confianza al Licenciado Gerardo Benavides y a la directiva. Hoy esos niños y jóvenes de hace 20 años, están al frente del comité, otros son profesionistas. Cuando me ven, todavía me dicen: ‘Mi profe, qué bueno que regresaste’. Siento mucha satisfacción y claro es una gran responsabilidad”, compartió.
Durante sus 28 años como profesional, asegura, que no se arrepiente de haber elegido esta carrera, al contrario, considera que enseñar es una satisfacción muy grande y seguirá forjando golfistas sólidos, que no sólo le pegan fuerte a la pelota, sino también que luchan en la vida hasta convertirse en profesionistas.