Las ciudades fronterizas cuentan con una amplia población flotante, cuya residencia temporal impide dar seguimiento a los tratamientos de enfermedades infecciosas como VIH/SIDA, sífilis o hepatitis C, indicó Martha Dolores Pérez Álvarez, coordinadora del Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención en SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS).
Recordó que estas unidades médicas especializadas fueron instaladas en las zonas fronterizas para prevenir y detectar enfermedades de transmisión sexual entre la población de migrantes, reos de centros penitenciarios, traileros, y la población que suele llegar de manera temporal por motivos laborales.
Indicó que por ello realiza frecuentes brigadas de detección en puntos donde hay constante movimiento poblacional, desde colonias habitacionales, centros de reclusión o de atención a migrantes y maquiladoras.
“Hay mucha población flotante; por eso tratamos de ir a los mismos lugares. Por ejemplo en el Cereso hay constantes ingresos y gentes externas; hay pacientes que tenemos detectados y no son de Piedras Negras, pero se detectan aquí”, explicó
Comentó que diversas colonias de la ciudad cuentan con población flotante, como el sector de Acoros, Año 2000, la zona Centro, Mundo Nuevo y Lázaro Cárdenas, entre otras.
Reiteró que en muchos sectores hay población flotante y pueden ser detectados, pero después ya no se pueden localizar.
Insistió que por ello es importante acudir a los mismos sitios. “Todo el que se detecta con alguna enfermedad de transmisión sexual se trata, pero algunos se van y otros continúan aquí”.
Finalmente aclaró que aunque ya no les siguen el rastro, se les recomienda continuar con su tratamiento y control en sus lugares de origen.
