Periódico La Voz se suma al reconocimiento que la Federación Mexicana de Cronistas Deportivos le realizará con motivo de su brillante trayectoria
“Soy un apasionado del deporte, si no me pagaran trabajaría gratis”, asegura orgulloso Raúl Ernesto Ramírez Martínez, compañero reportero de la Sección deportiva “Score” del Periódico La Voz de Piedras Negras. Hace unos días recibió la noticia que fue distinguido con la presea “Ángel Fernández”, que otorga la Federación Mexicana de Cronistas Deportivos (Femecrode).
Entrevistado desde la sala de redacción del Periódico La Voz Piedras Negras que ha sido su segunda casa en los últimos 12 años, Raúl Ernesto comparte con los lectores su emoción y agradecimiento por la distinción que recibirá por 10 años de trayectoria ininterrumpida.
El cronista Deportivo llegó a las instalaciones de Allende 400 el 2 de noviembre del 2004, eran los tiempos de don Abdón Orta y de inmediato fue orientado en el oficio por Héctor Guerrero y otras plumas como la de Gumersindo Candela “Gume”, quienes le enseñaron los primeros pasos dentro del ambiente de las canchas, el arbitraje y los resultados.
Junto a ellos aprendió el recorrido por los campos deportivos de la localidad, el levantamiento de datos, así como el bello oficio de la crónica deportiva. Sus inicios no fueron fáciles, y aunque sigue usando tres dedos para escribir, la creatividad le fluye con rapidez.
Con sus primeras reseñas, nació también “De Arbitraje y Cosas Peores”, columna deportiva que lo ha acompañado en este andar, y donde desmenuza diariamente el acontecer deportivo desde una postura crítica y veraz.
“El beisbol es el deporte que más me apasiona, aunque el futbol es el que tiene más auge aquí en la frontera, la necesidad me ha hecho especializarme en las diferentes disciplinas para darle siempre al lector algo más que solo resultados”, expresa.
Dicharachero y pícaro al hablar, acompaña cada frase con una palabra que en cualquier persona se escucha como grosería, pero en Raúl no cala, sino que adereza sus expresiones y refleja la forma coloquial de un hombre que creció en las calles rozándose con vendedores ambulantes, pedigüeños y sexoservidoras pues alterna su faceta de cronista con la de Inspector Municipal.
Cumplió recientemente 50 años de edad que celebró acompañado de su inseparable esposa, compañera y motor de vida, la señora Adriana Leandro Covarrubias, con quien procreó tres hijos, Eva Adriana, Gladis Nataly y Raúl Guadalupe, todos ellos profesionistas que son su orgullo.
“Tuve tres hijos y se acabó el asunto, mi señora es la base de mi vida, siempre ha trabajado conmigo hombro con hombro, y no solo en las labores del hogar y criando a mis hijos, también como microempresaria en un negocio de tortillas de harina y venta de comida denominado “Las Comadres” que abrimos hace algunos años”.
Oriundo de Piedras Negras, recuerda que empezó directamente cubriendo el beisbol ya que el resto de los deportes no le gustaba mucho, de ahí pasó al futbol, basquetbol, atletismo, la lucha libre y el box que se atiende desde esta frontera y se extiende a la región de los Cinco Manantiales que abarca Allende, Zaragoza, Morelos, Nava y hasta Ciudad Acuña.
En este camino recuerda entrevistas como la realizada al Hijo del Santo, de quién aprendió que el éxito se consigue con esfuerzo y que nada puede darse por sentado, lo mismo al luchador LA Park o los futbolistas Rodrigo “El Pony” Ruiz, Reynaldo Navia y Cuauhtémoc Blanco.
Entrevistado en la sala de redacción de La Voz, la conversación se hace extensa al hablar de su máximo orgullo en cuestión deportiva: el beisbolista Adrián Ramírez Vázquez que juega con los Acereros y los Yakis de Obregón y que además es su primo.
“Yo lo vi recibir sus primeros 20 dólares cuando jugó en la Liga del Norte, yo también jugaba como Fielder Central y Pitcher, tenía buen porcentaje de bateo, incluso no requeríamos bateador designado, estaba en segundo lugar en la liga de la tercera fuerza dominical, de ahí a la segunda fuerza de Guadalupe Ochoa y dos temporadas en la Liga del Norte de Coahuila por dos temporadas, pero dejé el campo de beisbol para enfocarme en mis estudios en la Técnica 5”.
Egresó como Técnico Mecánico Automotriz y Químico Laboratorista, perdió a su madre a los 17 años de edad y de ahí se dedicó a trabajar.
“Mi primer trabajo fue un negocio vidrios y deportes América, ahí llegue a ser dependiente, trabajé cortando vidrio, después como despachador durante 7 años, le planchaba los números a los uniformes”.
De ahí su paso por la maquiladora Macoelmex lo que ahora es Fujikura, pero fue sacado de ahí cuando amagaba integrarse a un sindicato.
“Leocadio Hernández me invitó a trabajar en la Presidencia Municipal en 1997 como Inspector con Claudio Bres, recorría los puentes, retirando a los pedigüeños, reportando prostitución, de ahí al DIF, Obras Públicas, Ecología, siempre en la calle porque no me gusta permanecer en una oficina”.
Actualmente combina esta doble función con la de reportero de deportes, no ha sido fácil, pero hacer lo que lo apasiona lo ha sabido sacar adelante, incluso cuando una vez quiso ser golpeado por un luchador cuando lo encontró en una situación comprometedora.
“Cuando llego a la arena de lucha o en algunos campos, escucho que los aficionados corean mi nombre después de un “La porra te saluda” y una andanada de chiflidos, pero con el tiempo he aprendido que esa es la gente que más te quiere, la que sigue tu carrera, la que al día siguiente compra el periódico para leer tus reseñas”.
A nivel regional ha recibido reconocimientos de la Comisión Nacional del Deporte, ha trabajado como jurado en competencias deportivas, incluso a nivel regional se entrega dos veces por año un premio que lleva su nombre y que se otorga a los deportistas más destacados de la región en diferentes disciplinas.
Por su labor como inspector y empresario tortillero, a las 7:30 de la mañana ya está recorriendo las calles, se considera a sí mismo un apasionado del deporte y agradece la oportunidad que le da esta profesión de salir a las calles. “Nunca me levanto quejándome de mi trabajo, esto lo hago hasta gratis”.
Es celoso de su información y aunque la competencia esté presente en el mismo evento, siempre busca darle un enfoque diferente a la nota, algo que lo distinga, un dato adicional para ofrecerle al lector.
Se dijo fiel seguidor a los 49s de San Francisco, así como de los Bravos de Atlanta desde 1982, en el futbol su amor es para los Rayos del Necaxa a los que apoya desde aquella fenomenal escuadra que encabezó Ivo Basay y Alex Aguinaga
En cuanto al premio “Ángel Fernández” que recibirá en breve, señaló que el 16 de enero le habló de Saltillo, Raúl Ernesto Ramírez, quién le dio la noticia de que recibiría esta presea junto a Julio Villanueva Roca encargado de RCG deportes.
Viajará a Saltillo y de ahí a Monterrey y Tijuana Baja California el 15 de febrero, con el fin de estar presente en la entrega de este reconocimiento que solo se otorgó a dos periodistas deportivos de Coahuila.
“No voy de vacaciones, si fuese algo a nivel estatal pienso que no iría, pero en esta ocasión quise viajar a Tijuana porque nunca he pertenecido a ninguna organización de cronistas, no me ando promocionando, es un reconocimiento que realmente no me esperaba”.
La presea se lo dedicó a su esposa y a sus hijos, ya que ellos mejor que nadie saben los sacrificios que han tenido que pasar para salir adelante y lo más difícil entender el oficio de un periodista deportivo para el que no existen fines de semana.