MELCHOR MÚZQUIZ, COAH.- En estos tiempos de emergencia sanitaria por el Covid-19 en donde se han registrado decesos en la región carbonífera por este padecimiento y a nivel mundial, una afortunada ama de casa libró la batalla y contó su experiencia a La Voz.
Erika Ramírez Ochoa quien hoy cumple sus 34 años de edad recomendó a los lectores hacer caso a las medidas de prevención y no desestimarlas porque aseguró, que ella es la prueba de que el virus sí existe y mata.
Fue en esta habitación en donde Erika vivió aislada de su familia.
Días y noches de angustia, miedo y desesperación asegura que fueron los que pasó por más de 15 días, pues los síntomas del Covid-19 se hicieron presentes luego de asistir a una reunión de entrega del programa federal a personas con discapacidad en el auditorio municipal, pese a la utilización de cubrebocas.
“Yo al segundo día que fui a la entrega de becas comencé a sentir un dolor intenso de cabeza, un dolor que hacía que mis ojos me ardieran y se hacía cada vez más insoportable, mientras que al siguiente día la fiebre llegó para dejarme casi sin fuerzas” refirió.
Agregó que debido a la alta temperatura corporal que presentaba llegaba a mojar la ropa y sábanas con su propio sudor, para acompañarse con el dolor de garganta, lo que hacía que se aferrara a su fe y pidiera a Dios por su vida, ya que tiene tres hijos de 16, 13 y 6 años de edad.
A través de su ventana mencionó que es como podía observar a sus hijos pues sin aún conocer su estado de salud decidió aislarse, acudiendo hasta el octavo día de síntomas a practicarse la prueba para detectar la nueva sepa del coronavirus la cual le resultó positiva, así se lo informó personal de salud a través de una llamada al tercer día de su práctica.
Al enterarse del resultado con los ojos llorosos y la voz entrecortada explicó que su temor se hizo más grande y uno de esos días comenzó a sentir la falta de aire, pero al ser revisada por personal de la Cruz Roja en donde pidió apoyo su nivel de oxigenación estaba dentro de los parámetros normales por lo que todo se trató de un ataque de ansiedad.
Con el paso de los días afirma que decidió hacer público su estado de salud a través de redes sociales en donde recibió muchas muestras de cariño que la alentaban a no desistir, asegurando que como esos hubo también comentarios discriminatorios a quien les deseó bendiciones.
Ya con 21 días desde que iniciaron sus síntomas y 15 de su detección afirmó que fue dada de alta por los médicos a quienes les agradeció su apoyo, así como a los ciudadanos que estuvieron al pendiente de su salud, enviando un mensaje a la población para que se proteja y cuide a los demás evitando exponerse a lugares públicos con algún síntoma de coronavirus, así como no automedicarse.
Los síntomas del covid-19 son: Fiebre, tos seca, cansancio, dolor de garganta, diarrea, conjuntivitis, dolor de cabeza, pérdida del sentido del olfato o del gusto, erupciones cutáneas o pérdida del color en los dedos de las manos o de los pies, así como dificultad para respirar o sensación de falta de aire, dolor o presión en el pecho, incapacidad para hablar o moverse.
