Las recientes lluvias propiciaron el crecimiento de los pastizales y con ello la buena alimentación que llevará a que las cabras den cabritos, la mayoría de estos ya están vendidos a los cabriteros regiomontanos.
Aun cuando el precio por pieza de esta codiciada carne varía de acuerdo al peso de la unidad, es muy solicitada por los que gustan de la carne chica y tierna, debido a eso las ventas son seguras dándose el caso de que algunos restauranteros de Nuevo León se adelanten a la compra de toda la producción lo que ayuda en mucho a la economía de los productores.
Las lluvias favorecieron la producción de cabritos para el fin de año.
Hubo mucha agua de lluvia lo que llevó a que los pastizales crecieran siendo el alimento favorito de las cabras que a mediados del próximo mes comenzarán a parir.
Habrá mucho cabrito dijo el Director de Desarrollo Rural Alberto Avilés Valdez originario del ejido San Antonio de las Higueras quien comentó que el padrón de cabras se eleva a más de seis mil y que en todos los ejidos hay productores por lo que se espera una buena producción y venta.
“Tenemos conocimiento de que hay personas que ya vendieron todo el cabrito aun y cuando no nace, y eso nos da gusto porque quiere decir que habrá repunte económico que hace años no se veía pues si recordamos que años anteriores la sequía impidió esta producción”.
Agregó que si bien es cierto que la cría de cabras requiere más atención que las vacas y con ello mayor trabajo, los productores las prefieren por ser rendidoras a la hora de parir y porque la leche tiene un amplio mercado de venta.
Cabe mencionar que a estos productores se suman Nadadores, Sacramento, Frontera y Castaños que son reconocidos por los cabriteros de Nuevo León y Tamaulipas por la calidad de la carne el peso y tamaño del cabrito, de ahí que se aseguran con anticipación para adquirirlos.