Desprenderse del hogar no fue nada fácil para cientos de pequeños
Para cientos de pequeños, el primer día de clases no inició con el pie derecho pues no pudieron evitar romper en llanto al separarse de sus padres, quedarse con más niños desconocidos y dejar de lado las comodidades de su hogar.
Con el inicio del ciclo escolar 2017-2018, cientos de pequeños ingresaron al Jardín de Niños, para muchos de ellos el primer desprendimiento de su hogar, así que las lágrimas no se hicieron esperar.
De la mano de sus padres, los pequeños llegaron a los diferentes jardines de niños para iniciar un nuevo ciclo en su vida, iniciar su educación, sin embargo las cosas no salieron como lo esperaban pues no tuvieron un buen inicio.
Cuando tenían que despedirse de sus padres, los niños comenzaron a llorar, algunos ganchados del cuello y otros de las protecciones de la escuela pero no querían soltarse porque sabían que sería el momento de quedarse solo.
Aunque las maestras trataron de contenerlos no hubo poder humano que impidieran que dejaran de llorar, contagiando a otros pequeños que ante la ausencia de sus padres y el entorno también estallaron en llanto.
El sentimiento de algunos pequeños los llevó al grado de vomitarse, es por ello que las maestras hicieron todo lo necesario para tratar de distraerlos y evitar que siguieran extrañando a sus padres, sin embargo nada dio resultado.
Los gritos de “Quiero a mi mamá” o “Yo no quiero estar aquí” retumbaron en las aulas, ocasionando que algunos padres de familia no pudieron evitar llorar, sin embargo tomaron fuerza de voluntad y decidieron retirase ansiando que se llegarán las 12 del mediodía para ir a recogerlos.
