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Nación

Grupo armado provoca pánico en un kínder

Por Staff / La Voz - 11 febrero, 2017 - 02:37 a.m.
Grupo armado provoca pánico en un kínder

Los hechos tuvieron lugar en la plaza central del pueblo, sitio hasta el que llegaron sujetos con armas de grueso calibre

Sonora.- Un grupo de gente armada irrumpió en la plaza del otrora tranquilo pueblo de Ures, Sonora, donde está ubicado un jardín de niños y el Palacio Municipal, desatando el pánico entre los pobladores; fuentes policiales confirmaron que los sicarios abandonaron un vehículo y armas, afortunadamente no hubo enfrentamientos.

Los hechos ocurrieron alrededor del mediodía de este viernes, cuando los sospechosos eran perseguidos a través de la carretera por corporaciones policiacas de los tres niveles de gobierno y soldados del Ejército, además de un helicóptero de la Secretaría Estatal de Seguridad Pública que sobrevoló la región aledaña al río Sonora.

El alcalde de Ures, David Gracia Paz, confirmó que el arribo de la persecución entre autoridades y sospechosos, coincidió con la hora de salida de los estudiantes del kínder “Catalina L. de Salcido”, además que en la plaza del pueblo se estaba llevando a cabo el pago de recursos a beneficiados en programas de asistencia social.

Efectivamente hay gente armada, hubo una persecución por la carretera de Mazatlán según me informaron los comandantes de la policía, llegó el Ejército, se metieron al pueblo, ahí en la plaza dejaron el carro y se salieron a pie, le quitaron un carro a alguien y huyeron, ahorita ya todo está tranquilo, pero la gente está nerviosa porque no estamos acostumbrados a la violencia, en la plaza está el kínder, la iglesia y el Palacio, coincidió con la salida de los niños, había mucha gente y por eso se desató el pánico”, declaró el presidente municipal.

Según el relato de testigos de los hechos, había dos policías municipales resguardando a pobladores que estaban cobrando recursos del Programa Oportunidades, cuando los sujetos armados con rifles de asalto abandonaron una camioneta negra en la esquina de las calles Hidalgo y Lafontaine, al emprender la huida arrojaron varias armas al interior del jardín de niños.

“Los policías tenían pistolas y los sicarios metralletas, pero estaban frente al kínder, solamente se hicieron de palabras y afortunadamente los dejaron escapar para que no hubiera enfrentamientos en el Centro Histórico que estaba repleto de gente histérica y mortificada por los niños”, aseguró un testigo.

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