Rinden homenaje a Saúl Mireles Castillo en el Hospital Amparo Pape, era una persona de gran calidez humana, servicial con todos aunque no los conociera y un trabajador que marcó la vida de cientos de personas que lo necesitaron.
Saúl luchó como un guerrero hasta el final, fue de los pocos trabajadores que se negaron a tomar el decreto presidencial al inicio de la pandemia del Covid-19 en la Clínica del ISSSTE como en el Hospital Amparo Pape de Benavides.
Era de los que tenían más años en el área y pudo haber gozado de un permiso especial, sin embargo, quiso tomar el riesgo para atender a los pacientes. Cumplió 10 años en el Hospital Amparo Pape y 23 años en la Clínica del ISSSTE, fue el 1 de octubre cuando recibió su base.
Su partida tan repentina tomó por sorpresa a todos sus compañeros ya que nunca estuvo internado, recibieron la noticia mientras estaban laborando y fue hasta regresar del puente, cuando se pudieron organizar. “Estaba lleno de bondad y trataba bien a las personas a pesar de no conocerlas, la foto que pusimos donde estaba riéndose, reflejaba su personalidad porque desde que entraba saludaba y se dirigía a todos con mucho cariño”, dijo el coordinador te técnicos radiólogos, Enrique Rojas Martínez.
Sus compañeros decidieron rendirle homenaje en la explanada del hospital, algunos decidieron decir unas palabras para recordarlo y darle el pésame a su familia.
Su hermano Gerardo Mireles agradeció a todos por haber organizado una bonita despedida y muestras de cariño. A los presentes, les pidió que se protegieran al doble ante la difícil situación que vive la región centro, también los felicitó por sacar a los pacientes adelante.
“Gracias a todos ustedes de parte de mi familia que está desecha, fue repentino y aún no nos cae el veinte, mi hermano ya está descansando en paz y está a un lado de Dios, el creador así lo quiso. Mi Dios necesitaba un radiólogo y se lo llevó a él”.
Rosa Martha Guerra Maldonado enfermera de la Clínica del ISSSTE y pareja de Saúl, comentó que fue el 7 de noviembre cuando el radiólogo comenzó a sentirse mal pero al consultar les dijeron que era dengue, estuvo en su casa con tratamiento, sin embargo el viernes 13 tuvo que ser trasladado al Seguro Social, donde estuvo menos de tres horas antes de fallecer.
“El homenaje era algo que él se merecía, era una persona que se sabía ganar el cariño y el amor de todos sus compañeros y personas, siempre fue una persona noble, servicial y bondadosa que trató de ayudar a todo el que lo necesitara aunque no tuviera algún seguro”.
Señaló que a Saúl no le gustaban las redes sociales, pero tras darse a conocer su deceso, se adueñó de ellas por días, cientos de ciudadanos recordaron cuando los ayudó y les dio ánimos como tranquilidad. “Se demostró en cada publicación lo que el cosechó”.
Pidió a todos sus compañeros el seguir cuidándose ya que corren riesgo de un contagio mientras estén dentro de un hospital, así mismo, la ciudadanía debe tomar en serio las medidas que dio el sector salud.
