MELCHOR MÚZQUIZ, COAH.- Diez años de su vida los vivió en prisión, acusado de dar muerte a un ciudadano muzquense durante una persecución cuando Felipe Avalos Dávila se desempeñaba como elemento de Seguridad Pública Municipal.
“Yo no lo maté”, Yo no le disparé, expresa al momento de recordar el tiempo que pasó recluido en el Cereso de Sabinas para ser exactos 8 años pues los dos años siguientes lo trasladaron al Centro de Readaptación Social con sede en Saltillo.
Fue en el 2001 cuando pasé por todo eso, fungía en aquel entonces como Presidente Municipal Interino Don Genaro Morales que en paz descanse, expresa a LA VOZ el ciudadano.
"Este testimonio lo doy a aquellos jóvenes que atraviesan por circunstancias difíciles y deciden escapar por la puerta falsa, cuando siempre hay esperanza para un nuevo comienzo”
FELIPE AVALOS DÁVILA.
Yo me desempeñaba como responsable de turno en la dirección de Seguridad Pública, recuerdo que andábamos en rutina, íbamos a las 4 cantinas como siempre a checar.
Nos paramos ahí y en eso pasó una troquita Ford y el conductor de nombre Jesús Gutiérrez nos provocó, comenzó a patinar llanta lo dejamos ir pero volvió a pasar y en ese instante el patrullero nos dijo que nos subiéramos a la unidad 20-14 para seguir al individuo.
Quien iba al mando de la patrulla era Guadalupe Granados y nos acompañaba Roberto Salas hoy finado, Gabriel García, Gloria y Princes Alvarado, iniciamos la persecución y al escuchar disparos nosotros también accionamos los gatillos, sin embargo yo disparé hacia arriba no hacia la camioneta pero me culparon del homicidio.
Nos mantuvieron en interrogatorio los ministeriales y en aquel tiempo el comandante Lorenzo García Flores me preguntó que cual era el arma que yo traía le dije un revolver calibre 38, pues eres tú me dijo, el responsable.
Argumenta a su vez, yo no contaba con recursos económicos para pagar los honorarios de un abogado, mis compañeros sí, así que ellos recuperaron su libertad y yo me quedé a purgar condena, refiere Felipe.
Se desempeñó como RT en la dirección de Seguridad Pública en Múzquiz en el 2001.
Menciona que su madre Evangelina Dávila nunca lo abandonó, tampoco su hija Yessica Avalos que en aquel entonces tenía 8 años de edad, ella me impulsaba a seguir adelante y aguantar estar tras las rejas pues un día iba a salir.
No pasa por alto el recuerdo y apoyo de quien considera su gran amigo, Brígido Garza también ex policía y actualmente velador en la Casa de la Cultura, “Capitán, Miguel de la Garza Falcón”, de su pareja dijo rompimos toda relación desde que estuve preso.
Hoy en día no cuento con un empleo, estoy en busca de trabajo, realizo algunos oficios los cuales aprendí en el penal como labores de electricidad, trabajos de talabartería, pintura de cuadros, entre otras cosas, mis ganas de salir adelante y superarme son muchas para sacar adelante a mi familia, expresa.
Destaca que es difícil conseguir un empleo, primero por la edad y también por enfermedad pues comenta que tras recuperar su libertad laboró la maquiladora Fujikura.
La pisca de nueces no deja mucho pero llevó sustento a mi hogar, dice,.
Los achaques no se hicieron esperar y al sentirme mal y realizarme unos exámenes médicos me informaron que era diabético, ya tenía con la enfermedad varios años atrás pero nunca me chequé hasta que me diagnosticaron con pie diabético.
He pasado por momentos difíciles pues en ocasiones me siento depresivo “Me da pa bajo”, pero yo mismo me doy fuerzas y me encomiendo a Dios para luchar por mis sueños mis anhelos.
Hoy solo quiero echarle ganas y salir adelante por eso es que brindo mi testimonio para decirles a aquellos jóvenes que buscan salir de sus problemas por la puerta falsa que hagan frente a las situaciones que se les presenten, todo se puede lograr con apoyo de la familia, destacó.
Agregó que si Dios lo ayuda espera servir en la base de bomberos en caso de que le den empleo a fin de llevar el sustento a su hogar.
