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Coahuila

Intenta desalojar a su madre enferma

Adriana Cruz
Por Adriana Cruz - 14 diciembre, 2017 - 04:16 a.m.

Castaños.- “Hija cuervo” quiere echar a la calle a su madre, rompe promesa que le hizo a su padre antes de morir de cuidar a su mamá y mantenerla hasta que falleciera.

Una triste historia es la que se vive en el municipio de Castaños, en la calle 10 de Mayo sin número de la colonia Venustiano Carranza, la señora Beatriz Rodríguez Alvarado quien se encuentra postrada en cama debido a una operación de cadera es madre de Patricia, enfermera que trabaja para la clínica San Martín de Monclova y quien actualmente quiere echar a la calle a la mujer que le dio la vida.

Flor Lorena Sifuentes Rodríguez, relató para periódico La Voz la situación por la que están pasando en la casa de sus padres, donde su hermana Claudia Patricia de 45 años de edad pretende desalojar a su madre y a su hermana a la brevedad posible.

Cuando la enfermera Claudia Patricia aún no se casaba, pidió a sus padres las escrituras de su casa para sacar el dinero de Infonavit, a lo que accedieron de inmediato sus padres, además su padre en vida le manifestó a Patricia que la casa sería para ella pero hasta que ellos fallecieran.

Fue una promesa padre-hija que no se cumplió, lamentablemente hace seis años muere el señor Nazario Sifuentes García por complicaciones renales y se vuelve un infierno para la familia, pues Claudia Patricia ya no quería a su madre viviendo con ella.

“Cuando mi hermana sacó el infonavit, mi padre le dio el dinero completito, y aun así le dijo que la casa sería de ella, hasta que murieran los dos (mamá y papá), pero mi padre muere, ella se casa y su pareja tanto como ella le pidieron a mi mamá que se saliera, que esta ya no era más su casa”, mencionó.

“Nosotros no le reclamamos la casa, solo que el esposo y ella querían sacar a mamá de aquí, cuando nuestra madre muera la casa será de ella, no la queremos”, manifestaron hermanas de Patricia.

Claudia Patricia está casada con el señor Héctor Sepúlveda quien en últimas fechas se ha comportado de una forma déspota y grosera con su suegra y cuñadas, siempre echando en cara “esta casa es mía”.

Por su parte la madre Beatriz Rodríguez Alvarado, quien actualmente se encuentra postrada en una cama, a la edad de 65 años, llora el comportamiento de su hija, “yo no quería que esto llegara tan lejos, es mi hija y yo la amo por sobre todas las cosas” manifestó llorando.

El hecho de que la madre viva aún en su casa, y que desde hace tres meses otra de sus hijas viviera con ella para atenderla y darle los cuidados que necesita, ha causado la molestia de la hija cuervo, pues señala todas las anomalías que encuentra en la vivienda, que hay mucho incremento de energía eléctrica, que la lavadora no debes de utilizarla porque la descompones, necesito utilizar tu cuarto para meter herramienta, y necesito que barras y limpies la casa, son algunas de las ordenes que efectúa.

Consternadas por el actuar de su hermana, las señoras Flor y Moraima Zulema han hecho público la situación actual en la que vive su madre, pues no se ha tocado el corazón para querer echar a su madre a la calle, al igual que a su hermana Zulema.

“Dios cuide y proteja a nuestra madre, y que no le vaya a dar un infarto por tanto dolor que causa su propia hija, y a mi hermana que Dios la bendiga” mencionaron las hermanas.

La familia Sifuentes Rodríguez, conformada por el señor Nazario Sifuentes García, la señora Beatriz Rodríguez Alvarado y seis hijos; Nazario, Flor Lorena, Eufemia, Claudia Patricia, Moraima Zulema, y Jesús Fidencio.

Con tristeza las hermanas ven que su madre ha quedado olvidada por su hija en uno cuartito de tres por tres metros donde solo se encuentra una cama individual, un pequeño ropero una televisión y un calentador de gas, para calmar el frío.

Viven con incertidumbre de lo que pueda pasar al día siguiente, siempre pendientes de no hacer enojar a su hermana, tratar de apagar las luces, para no generar energía eléctrica, y evitar hacer enojar a su furioso marido.

La tarde del martes el abogado defensor de la señora Beatriz Rodríguez se hizo acompañar de elementos de Seguridad Pública a fin de que quedara asentado de que no se podía desalojar a la señora por ser mayor de edad y por estar viviendo en su casa.

“Dios cuide y proteja a nuestra madre, y que no le vaya a dar un infarto por tanto dolor que causa su propia hija, y a mi hermana que Dios la bendiga”

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