Se multiplican las intoxicaciones cuando los remedios falsos se difunden en redes sociales en Irán, donde la gente es muy recelosa de un gobierno que menospreció la crisis durante días antes de que abrumara al país.
“Otros países tienen un problema, que es la nueva pandemia del coronavirus. Pero aquí luchamos en dos frentes”, dijo Hassanian.
“Tenemos que curar a las personas envenenadas con el alcohol y también luchar contra el coronavirus”.
La pandemia ha devastado al mundo al saturar hospitales, dañar economías y obligar a gobiernos a restringir la movilidad de miles de millones de personas. Irán, con 80 millones de habitantes, se ha visto particularmente afectado.
Hasta el momento, no hay cura para el COVID-19, la enfermedad causada por el virus. Los científicos y médicos todavía estudian el virus y buscan una vacuna y medicamentos eficaces.
Sin embargo, en mensajes una y otra vez reenviados, las cuentas de redes sociales iraníes en farsi falsamente indican que un maestro británico y otros se curaron del coronavirus con whiskey y miel, basados en un artículo periodístico de principios de febrero.
Mensajes confusos sobre el uso de desinfectante de manos de base alcohólica hacen pensar a muchos que el alcohol de alta graduación mata al virus en sus cuerpos.
La República Islámica ha reportado más de 29 mil casos confirmados y más de 2 mil 200 muertes por el virus, más que cualquier otro país en el Medio Oriente. Expertos internacionales también temen que Irán no esté reportando todos los casos, ya que durante días las autoridades menospreciaron al virus antes de la elección parlamentaria.
El temor al virus junto con el bajo nivel educativo y los rumores propagados en internet provocaron que decenas de personas se enfermaran por tomar alcohol contrabandeado con metanol en la provincia Juzestán, en el suroeste, y su ciudad sureña de Shiraz.
Videos de la prensa iraní mostraron a pacientes con intravenosas en sus brazos, sobre camas necesarias para luchar contra el coronavirus, entre ellos el niño de 5 años. La prensa iraní también reportó casos en las ciudades de Karaj y Yazd.
El metanol no huele ni sabe en bebidas. Causa daño a largo plazo en órganos y cerebro. Entre los síntomas hay dolor en el pecho, náuseas, hiperventilación, ceguera e incluso coma.