McAvoy reconoce haber experimentado ese "fenómeno extraño" del redescubrimiento, que considera "una experiencia compartida" con el resto de personas y que puede ser el secreto por el que la historia ideada por King fascina al público.
Tantas lecturas veía el actor en el guion que estaba expectante por ver cómo su director, el argentino Andy Muschietti, sería capaz de juntar todo esto en una película.
"Sabría que lo conseguiría. Hay que dar realmente el 100 %, fueron jornadas de rodaje largas, tomas muy largas... Un trabajo muy demandante pero al mismo tiempo muy amable ", recuerda, aunque admite que grabar con Muschietti es "extremo".
La cinta cuenta con una postproducción mucho más elaborada que la anterior y escenas que impresionan por su imaginación y exigencias técnicas.
A pesar de la expectación en torno al estreno mundial, este viernes, de la película que pone punto y final a la trama del payaso Pennywise, McAvoy está contento de que no se plantee ninguna continuación.
"He estado en suficientes franquicias, toda buena historia necesita un final y estoy contento de que esta termine", sostiene.