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Coahuila

Karcocha: misterio, belleza y arte callejero

Por Agencia - 22 mayo, 2019 - 01:20 a.m.
Karcocha: misterio, belleza y arte callejero

En poco tiempo las personas que habían salido a correr, pasear y disfrutar su domingo se reunieron en torno a este espectáculo en el bulevar Madero sin saber que irrumpiría con su cotidianeidad y que presenciarían un espectáculo de talla mundial.

Su nombre es Karcocha y viene acompañado de su fiel compañera Kumilintu. Se desconoce su verdadera identidad, ya que ellos así lo desean. Sin embargo, amablemente otorgaron una entrevista para el Periódico La Voz.

Es la segunda vez que se presentan en México, estuvieron aquí hace dos años compartiendo un concepto parecido y tuvieron la oportunidad de conocer el país y la cultura. Se han presentado en cerca de 50 países hasta ahora

"Llevo 14 años haciendo espectáculo de calle, hace ocho años que el Karcocha está más definido. Antes fue puro aprendizaje. Estamos haciendo intervenciones en espacios urbanos".

Karcocha: Llevo 14 años haciendo espectáculo de calle, hace ocho años que el Karcocha está más definido. Antes fue puro aprendizaje. Estamos haciendo intervenciones en espacios urbanos, hace ya mucho tiempo. Tenemos ya un montón de experiencia y tratamos de tomarlo de la forma más tranquila posible, e improvisar lo más que podamos. Tenemos muchos “as” sobre la manga que usamos para hacer el espectáculo. Intentamos transformar un espacio público hacerlo escenario y que el peatón sea el público y ellos son quienes nos motivan, al final la performance sin el público no sería posible. Aquí en Monclova el público tenía una energía muy positiva, buena onda, entonces uno trabaja con más ganas, con más soltura. Las cosas salen mucho mejor.

Kumilintu: Una cara sonriente ya es una inspiración para ir más allá en la broma.

Creo que cuando hacemos el espectáculo como que hay una unificación de la gente, lo lindo de eso es que lo une la risa.

Karcocha: Eso nos permite relajarnos un poco y jugar más limpiamente y eso lo sentimos en Monclova, que la gente necesita de esto, están hambrientos de sonreír, hambrientos de arte. Eso es lo que buscamos no sólo llegar a las grandes ciudades, donde ya hay un montón de harte sino tratamos de llegar a lugares donde no es tan accesible este tipo de espectáculos.

¿Cómo se definen?

Karcocha: Somos payasos, así es como la gente mejor nos reconoce, pero si entramos en definiciones más específicas, nos definimos como Karcocha y Kumilintu, son nuestros personajes, vamos a una calle o a una peatonal, hemos actuado también en salas y circos, somos personajes que se adecuan a un contexto, un espacio independiente en el que sea.

Kumilintu: Pero tratamos de sacarle un montón de provecho a que sea un espacio público donde las personas que no han tenido acceso o una conexión con el arte escénica, el teatro o el circo, intentar demostrarle que existe este mundo del cual nosotros vivimos y tenemos nuestro estilo de vida, que viajamos por el mundo haciendo nuestro performance. Actualmente gracias a las redes sociales nos conocen bastante en México, nos enganchamos de eso y vamos haciendo espectáculo en donde podamos.

La risa no tiene idioma

¿Cuáles son los países donde han sentido que son muy bien recibidos y por el contrario, en cuáles sienten que no encajaron?

Karcocha: Los más difíciles para mí son los países asiáticos porque ellos no tienen mucha costumbre de ver un payaso en la calle.

Kumilintu: Por un lado es que no tienen la cultura de los payasos y por el otro está claro el idioma, Karcocha habla español entonces se nota la diferencia en Latinoamérica y en España.

Mi objetivo es que no haya solo un Karcocha en el mundo, sino que haya una motivación de los niños o jóvenes.

Karcocha: Y mucho más en México, si les digo un “a huevo” se ríen mucho más. Por ejemplo, una vez estábamos en Filipinas, en una isla pequeña había muchos niños y decidí hacer show, los niños estaban sorprendidos porque nunca habían visto un payaso en su vida. Se reían pero mantenían su distancia.

Los países nórdicos también tienen un humor diferente.

Kumilintu: Yo diría que son un poco más difíciles de conquistar, pero una vez que la risa está, agradecen más un espíritu más ligero, tratamos de hacer algo más físico en esos lugares.

Karcocha y Kumilintu

Kumilintu:Hacemos el show juntos desde hace 2 años, la calle es el formato más nuevo y reciente que estoy estudiando todavía, pero tenemos funciones para salas que son más preparados. Nos conocimos haciendo acroyoga, ahí nos enamoramos.

En ese momento yo estaba más en el trabajo corporal, lo nuestro fue muy bonito porque cuando decidimos crear algo junto el acroyoga que es una combinación entre la yoga y la acrobacia nos ayudó en crear más un tema corporal.

Si pudieran hablar de una intención al hacer esto, ¿cuál sería?

Karcocha: Creo que cuando hacemos el espectáculo como que hay una unificación de la gente, lo lindo de eso es que lo une la risa. Queda de lado los estratos sociales, edades, discriminación. Nos humanizamos en nos centramos en ver algo que es la risa. Eso y el transformar el espacio público y hacer reír, que es lo más importante. “Tu endorfina es mi combustible” la risa de la gente es la que me retroalimenta a seguir adelante con este sueño que partió sin mayor expectativas y que se fue transformando en una bola de nieve que cada vez va creciendo más. La gente agradece la risa y yo aún más porque es lo que nos hace olvidar de todo, nos da energía.

Kumilintu: Para mí él es un guía en ese mundo y yo estoy muy agradecida de compartir con él. Todos los días antes de dormir terminamos con esa frase: “somos afortunados” Tenemos la suerte de compartir con gente, conocer personas de diferentes países que nos abren sus puertas y sus corazones.

Karcocha: Mi objetivo es que no haya solo un Karcocha en el mundo, sino que haya una motivación de los niños o jóvenes. Yo me inspiré en un circo a los 6 años. Espero que el mundo se llene más de espectáculos que provoquen esto que es la risa. Mi consejo para todos aquellos que quieren empezar algo, independientemente si quieres ser payaso, doctor o ingeniero, es la persistencia; ser un guerrero, porque el mundo es difícil, creer en los sueños y luchar hasta el final porque siempre se cumplen, si uno va con convicción y sin miedo, llegamos a conquistar todo.

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