A ver a quién de los altos jerarcas o líderes les toca ser el chivo expiatorio sexenal como sucede todos los años cuando se cambia de presidente de la República y si bien es cierto que todo apunta a Carlos Romero Deschams dirigente petrolero, lo cierto es que esta persona se la está jugando muy listo por aquello de evitar que caiga en el bote.
Hasta el más torpe de todos especuló desde un principio e incluso afirmó que el robo de los millones de litros de gasolina que se realizaron por muchos años provenía del interior de Pemex y que dicho delito tenía sus cómplices, justo los altos jerarcas del mencionado mega organismo reconocido en todo el mundo por el monopolio en que incurrió por décadas.
Lo cierto es que el caso Pemex está dando mucho de qué hablar desde hace tiempo, es la comidilla de todos porque simplemente ningún líder mexicano al menos d los que se conocen hasta el momento, ha sabido manejar las corruptelas en las que incurre. Y mucho menos en enriquecimiento en el que cae.
Todos los líderes sin excepción son ricos y más los que mueven los hilos de grandes gremios como es el caso de Pemex que tiene personal en todo el mundo y que justo por las corruptelas en las que incurre y los compromisos que contrae con los altos mandos de Gobierno es que consiguen lo que quieren.
Algo que desespera al pueblo es ver que el descaro de los líderes y sus familias es tal que exhiben sus bonanzas por todo el mundo, riquezas que provienen de las tranzas, de los malos manejos de los recursos de ventas de contratos y demás acciones que después salen a la luz por medio de sus familias quienes exhiben los lujos por todo el mundo.
Y no es privativo de los líderes de Pemex, en todos lados se cuecen habas, pero en este caso Romero Deschams está en el ojo del huracán por los múltiples casos de huachicoleo y demás acciones que llevan a que el producto más codiciado que es la gasolina sea el tema central hasta de los borrachitos y aquellos que de refil les llegan las noticias.
No somos muy conocedores de las vidas ajenas pero en el caso del líder petrolero, el mismo junto con su familia se han dado lujos insultantes dignos de que las autoridades judiciales lo tomen en cuenta y hagan algo al respecto porque México y los mexicanos no merecemos ese trato insultativo al que nos someten los líderes sindicales sean de la empresa que sea.
Pemex y sus filiales tienen mucho que decir al respecto, los mexicanos quienes les damos de comer a los cientos de miles de trabajadores de la mencionada dependencia y de paso llenamos de lujo a sus líderes y dirigentes merecemos una explicación de lo que está pasando desde los robos que nos dejan sin combustible y en medio de una inseguridad total hasta la riqueza inexplicable de su gente.
Bien dijo en una ocasión un crítico y analista que México es un país tan rico pero tan rico que nunca se lo van a acabar y la prueba esta que pese a el saqueo de que es objeto sigue impasible y lleno de riqueza que es de todos los que aquí vivimos.
Hoy es Domingo, día de reflexión de estar con la familia, de hacer de lado los quehaceres domésticos y de muchas cosas más.
Ir a la iglesia, por algo de nuestra parte para ser mejores, no estaría de más imponerse metas humanas como visitar el asilo de ancianos, los albergues de los niños, velar por los enfermos, eso eleva el espíritu y nos hace más humanos y sensibles hacia los demás.
Es solo una sugerencia.
Hasta Mañana.
*Los comentarios vertidos en esta columna, son responsabilidad exclusiva de quien la escribe.
