Una madre de familia murió al ser apuñalada por su ex pareja, con quien sostuvo una tormentosa relación, luego de enfrascarse en una acalorada discusión dentro de un puesto de ventas de tortillas de harina, ubicado en calles de Colinas de Santiago.
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Aunque la víctima corrió hacia otro negocio para pedir ayuda, ya nada pudieron hacer por ella. El feminicida se encuentra prófugo de la justicia.
El reporte de una persona apuñalada sobre la calle El Polvorín, esquina con la calle Minas de la Trinidad activó el código rojo alrededor de las 21:40 horas, desatando la movilización de los oficiales de las diferentes corporaciones policíacas y paramédicos de Cruz Roja.
Hijas y familiares de la víctima no daban crédito a la tragedia.
A su llegada al sitio, un negocio de venta de tortillas de harina, la escena que los oficiales preventivos era desgarradora, una niña se aferraba al cuerpo de su madre, quien en vida llevaba el nombre de Georgina Ortiz Ramírez.
“Mamita no te mueras, mamita vas a estar bien” gritaba la pequeña mientras con sus diminutas manos trataba de cubrir una de las heridas que su verdugo le propino a su madre luego de discutir.
Testigos de los sangrientos hechos indicaron que la hoy occisa, quien contaba con 32 años y vivía en la casa marcada con el número 1211, de la calle Ermita, del mismo sector, tras haber tenido una serie de problemas de violencia con su ex pareja, José Alfredo Oviedo Vázquez, lo denunció en reiteradas ocasiones ante las autoridades competentes.
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El homicida, en su escape, se quitó la camisa, dejándola tirada en la calle.
“Ahora a que vienen, quieren pescarlo, no van a poder, le hubieran hecho caso cuando lo denunció, ahorita ya para que, ella está muerta” gritaban a las autoridades familiares de Georgina.
Fue la noche de ayer, cuando de los golpes y las amenazas, José Alfredo pasó a apuñalar a Georgina dentro de un puesto de tortillas localizado sobre la calle El Polvorín, tratando de buscar ayuda, la madre de
familia corrió descalza dejando por la calle un rastro de sangre mientras que su verdugo iba tras ella.
A pesar de ver a su víctima acorralada dentro de otro negocio ubicado sobre la misma calle, en la esquina de las calles Minas de la Trinidad, José Alfredo no se tentó el corazón y le asestó otra puñalada en las costillas a Georgina, la cual le quitó la vida.
Tras cometer el artero crimen, Oviedo Vázquez escapó y en el camino se quitó la camisa que usaba cuando le dio muerte a Georgina, a quien en reiteradas ocasiones agredió, según recordaron elementos preventivos, que alguna vez acudieron al domicilio de la pareja para arrestarlo.
Mientras que las autoridades realizaban las diligencias correspondientes, el homicida salió cínicamente a la calle pero fue visto por uno de los testigos, quien dio parte a las autoridades, movilizándose de inmediato a su búsqueda, pero este se coló entre los patios de las casas aledañas para finalmente adentrarse entre el monte.
Detectives de la Agencia de Investigación Criminal llegaron acompañados por el personal de Servicios Periciales de la Fiscalía General del Estado, quienes se encargaron de fijar y recabar evidencia encontrada en la escena del crimen, la cual fue acordonada por elementos de la Policía Preventiva.
Finalmente, el cuerpo de Georgina fue trasladado al anfiteatro donde sería sometido a los trámites de rigor para posteriormente entregarlo a sus dolientes para que le den cristiana sepultura, mientras que las autoridades hasta el cierre de esta edición buscaban al homicida.
