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La “muralla” de Halconas

Luisa Chavez
Por Luisa Chavez - 11 mayo, 2020 - 11:22 p.m.
La “muralla” de Halconas
Cada campeonato se lo dedica a su familia.

Es madre, esposa y jugadora de futbol americano. Ana Cecilia, taclea los prejuicios entorno a este deporte, es la muralla del club Halconas y cuenta con múltiples campeonatos en Coahuila y Nuevo León.

Ana Cecilia de Alba Prado nació el 30 de marzo de 1992 en Monclova, Coahuila. Es hija de José y Ana, y tiene dos hermanas, Isabela y Andrea.

Actualmente cuenta con 28 años, está casada con Gabriel Alejandro Mercado, mejor conocido como “Chikilín”, y a la postre de ahí surgió su apodo en el emparrillado. Tienen dos hijas, Ana Sofía y Andrea, quienes ya siguen sus pasos.

El gusto por el futbol americano y tochito fue por su esposo, quien desde joven practica y siempre lo acompañaba a los partidos.

Fue en el 2013, cuando el club Búfalos de la Obrera empezó a promover el tochito femenil y ella decidió dejar las gradas para convertirse en la protagonista.

Su primer equipo fue Panteras, pero no se completó y se cambió a Patriotas. Su adaptación fue un proceso largo, nunca había practicado un deporte y recibió el apoyo de su esposo en esta aventura.

Su estatura de 1.75 metros y su complexión la llevaron a la posición de centro. En su primer partido contra Pumas, nadie se le acercó, se impuso y se ganó el respeto.

En su segundo juego fue contra Chivitas y anotó su primer touchdown en un pase de 6 yardas. Desde entonces, se enamoró de este deporte.

A partir del 2014, se enlistó con Espartanas en la Liga Municipal y su posición fue de center line backer defensiva. Aquí empezó a tomar confianza en su juego, logró un subcampeonato y jugó hasta el 2016, cuando su esposo, junto con otros compañeros, fundó Gigantes, donde juega hasta la fecha.

¿Cómo empezó a jugar americano?

“Fue circunstancial. Un día acompañé a mi esposo a su entrenamiento. Era junio del 2016, cuando me encontré al coach Miguel Gómez, de Patriotas y me invitó a unirme al club Halconas, de futbol americano femenil. No sabía que existía el proyecto. En ese entonces, estaban como coach Orlando Gómez, Tayson, Ubaldo Gómez y Jesús Moreno. Me dijeron que si tenía equipo, se lo pedí a mi esposo y así empecé a jugar”.

¿Qué representó para usted este cambio?

“Nunca dejé el tochito, solo me enfoqué más al americano. En el tochito me sentía nerviosa, y en el americano sentía la adrenalina desde cuando me ponía el casco y las hombreras. No sabía jugar, estaba en cero y mi esposo me daba tips. Mi posición fue tacle ofensivo izquierdo”.

¿Cuál fue su primer partido?

“Durante dos meses estuvimos entrenando y jugaríamos en la Liga de Saltillo Beautiful. Tuvimos un juego de preparación contra Acuña, fue excelente, me divertí, se me quitó cualquier miedo y mi esposo fue de gran ayuda”.

¿Cómo las reciben en la Liga?

“En la Liga nos consideraban un equipo fácil por ser novatas, pero dimos la sorpresa. En nuestro primer juego contra Texanas nos criticaron mucho antes de jugar. Nos decían que teníamos una forma rara de entrenar. Ya cuando entramos al emparrillado todo fue diferente, ganamos 40 por 0, y poco a poco nos ganamos el respeto al grado de llegar a la final invictas”.

¿Cómo se desarrolló la final?

“La final fue muy intensa y difícil. Fue contra Halconas de Saltillo aquí en Monclova. Era nuestro primer juego en casa, siempre viajábamos a Saltillo. Tuvimos el apoyo de muchas personas. En el medio tiempo íbamos abajo por una anotación. Fue tanta la adrenalina que una rival me agarró de la careta y yo con la hombrera la tumbé sin problema. Por fortuna, regresamos y anotaron Dulce Salazar y Kenia Ramírez para ganar. Todo fue una locura y alegría”.

¿Por qué emigran a Nuevo León?

“Fue algo raro, al siguiente año la Liga de Saltillo ya no admitió equipos foráneos. Entonces nos fuimos a la Liga de Monterrey. Aquí ya era más segura, ya conocíamos el reglamento. Jugamos contra Legionarias de Saltillo, Vaqueras, Tigres, Iris y Halconas. Incluso nos enfrentamos a dos equipos de una categoría mayor; Yudas y Moodys”.

¿Qué fue lo más representativo en esa temporada?

“Fue ganar el campeonato contra Legionarias. Pero me quedó con algo muy importante. Normalmente yo viajaba sola. Mi esposo e hijas se quedaban por la situación económica. Un día decidieron acompañarme. Fue el partido contra Yudas, en una jugada recuperé el balón y anoté. De inmediato le llevé el balón a mi familia y festejamos, bricamos y gritamos. Fue el momento más significativo”.

¿Cuál fue la clave para ganar la final?

“Íbamos perdiendo, ellas ya se sentían campeonas, incluso se burlaban de nosotras. En el medio tiempo, nuestros coaches nos motivaron, nos empujaron y nos cambiaron el chip. Regresamos al campo con mejor actitud y ganamos por una anotación. Realmente fue la unión y empuje.

¿Cómo viven su bicampeonato?

“Para el 2018, volvimos a jugar en la Liga de Monterrey y llegaron nuevos equipos. Éramos un equipo muy unido, fuerte y con actitud. Fue nuestro mejor momento, éramos muy apasionadas, siempre nos apoyábamos y cada partido lo disfrutamos. La final fue contra Templarias y fuimos superiores en todos los sentidos. Esa fue nuestra última temporada juntas”.

¿Por qué hubo cambios en la plantilla?

“En el 2019, muchas jugadoras ya no pudieron jugar por motivos personales como el trabajo, la escuela y algunas se embarazaron. Del equipo original nos quedamos muy pocas. Entonces empezaron a llegar más chicas y empezamos de nuevo. En esa temporada perdimos las semifinales, pero nos quedó un buen sabor de boca porque era una generación nueva”.

¿Cómo llega la convocatoria a Selección?

“En agosto del 2019 participamos 5 jugadoras de Halconas con la Selección Coahuila en el Campeonato Nacional de Monterrey, Nuevo León. Ser convocada fue un logro muy importante, ganamos 4 partidos y perdimos contra México. Me gané la confianza de mis compañeras y coach. No logramos pasar a semifinales, pero para ser la primera vez fue un resultado excelente. Será inolvidable”.

¿Por qué regresan a la Liga de Saltillo?

“Regresamos a otra Liga de Saltillo, no es la misma. Esto fue en este año, tuvimos una buena temporada y logramos clasificar a semifinales, pero por la situación de la pandemia se suspendió todo. No sabemos si ya fue el final de la Liga o vayamos a retomar. Solo resta esperar”.

¿Qué es para usted el futbol americano?

Representa lo que soy, una apasionada que no se rinde y me gusta ser unida con mis compañeras. Además representa ser mamá, esposa, hija y jugadora de americano a la vez.

¿Cuál es la mayor dificultad que se enfrentó?

Dejar a mi familia para ir a entrenar o jugar. Soy madre y en ocasiones es difícil. No ver a tus hijas un domingo, nos vamos muy temprano al juego y regresamos por la noche. Son viajes largos y cansados. Pero vas aprendiendo y salir adelante. Algo que me motiva, es que mis hijas quieren ser como yo, jugar americano y tochito.

Se dice que el americano es para hombres ¿Cuál es su opinión?

Es algo que me preguntan mucho las personas, lamentablemente sigue vigente ese estereotipo. Yo digo que no, también es para mujeres. En ninguna parte dice que es exclusivo para los hombres. Las mujeres tenemos los suficientes ovarios para jugarlo y no paramos por nada.

Por último ¿Cómo se ve en un futuro?

En un futuro me veo celebrando campeonatos, esta vez de mis hijas como jugadoras, ya sea de tochito, americano o cualquier deporte. Yo agradezco enormemente a ellas por su motivación y a mi esposo que siempre me ha apoyado.

  • La “muralla” de Halconas

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