Su comida ha sido la delicia de castañenses
COAH.- El buen sazón de sus platillos, sumado al don de gente que la caracteriza llevaron a Dora Elia de León Estrello a abrir un pequeño restaurant en el primer cuadro de la ciudad, de eso hace dos años y desde entonces ha trabajado en forma ininterrumpida logrando estar en el gusto hasta de los comensales más exigentes.
Ama de casa de toda la vida, madre de tres hijos ya realizados y esposa de Miguel Ángel Rodríguez quien en todo momento le apoya, Dora Elia dice que salirse de su casa para poner un negocio era algo que no estaba contemplado dentro de sus proyectos de vida, es más, ni siquiera pasaba por su mente hacerlo pero que en una ocasión invitó al jefe de una de sus hijas a cenar a su casa y fue él quien la animó.
Comenta que el local donde ahora tiene el restaurant en la calle Hidalgo funcionaba una estética propiedad de su hija, la cual tuvo que cerrar por cuestiones laborales siendo el dueño del local quien le animó a que por la buena sazón que tiene se pusiera a vender comida.
“A principio tuve miedo porque con la comida no se juega y con el gusto de la gente menos, hay paladares muy exigentes y pronto me dí cuenta que a la gente le gusta la comida con sabor a cocina de casa, no las elaboradas ni las de revistas, sino que tenga el verdadero sazón de casa y desde entonces no hemos dejado de trabajar bajo ese esquema”.
Así nació “La Cocina de Doña Dora”,La demanda que poco a poco fue adquiriendo entre conocidos y los no tanto, sumado a esto las peticiones que recibía de las empresas como Fox, Inmagusa, Trinity, etc., La llevaron a adquirir mercancía en grande. A la fecha son tres personas aparte de ella las que trabajan en el pequeño restaurant logrando sin querer convertirse en una microempresaria porque genera empleos que a la vez son el sustento de tres familias.
Narra que en una ocasión al ver que en Monclova se venden muy bien las ensaladas, probó con elaborar algunas encontrándose con que la clientela le respondió que todo estaba bien, que las ensaladas se veían muy bonitas pero que ya no las hiciera que continuara con los platillos, esos que la gente come todos los días en casa con ese sazón que la caracteriza.
Dora Elia no tiene un menú específico para cada día, las ideas de lo que va a hacer surgen cuando anda en el mercado, escogiendo las verduras, carnes, guarniciones o simplemente el clima también influye pues cuando los días están frescos nadie se resiste a un plato de caldo de pollo, de res, un menudo, pozole que los clientes se lo piden incluso con anticipación.
Sin embargo en estos dos años ha sido un reto permanecer activa y en la consideración de la gente porque este tipo de negocios no son comunes en un pueblo pequeño en donde la vida cotidiana se centra en las actividades del hogar ya que las tradiciones son parte de sus habitantes y en cierto modo las practican.
Dentro de los proyectos que Dora Elia tiene están la expansión del negocio eso sin descuidar el pago de las prestaciones del personal y los gastos del local, para eso promueve sus platillos y los vende a precios bajos cuando los pedidos son grandes cantidades como es el caso de los festivales en las escuelas, convenciones de las empresas etc. Eso ayuda a que se incrementen los ingresos y a ambas partes les va bien.
Una de las filosofías de Dora Elia y que practica todos los días es ser positiva, encomendarse a Dios y pedirle que la comida salga bien rica con la justa medida de especies y sal para deleite de quien la consuma.
No vamos a dejar de hacer la comida como a la gente le gusta, casera, con ingredientes naturales e incluso hasta la sopa hecha a la usanza de antes porque esa ha sido la clave de nuestro pequeño negocio en donde con mucho gusto recibimos a la clientela para ofrecerles el menú del día que nos dio un lugar especial y que agradecemos de todo corazón.
“A principio tuve miedo porque con la comida no se juega y con el gusto de la gente menos, hay paladares muy exigentes y pronto me di cuenta que a la gente le gusta la comida con sabor a cocina de casa”.
