La señora que tuvo cáncer y se curó

María del Socorro de León Flores, de 76 años de edad, es una sobreviviente de esta enfermedad  y recomienda a los pacientes tener fe, buena actitud y aferrarse a la vida

Hace 19 años le diagnosticaron Cáncer de Mama. Se aferró a su fe y mostró un lado positivo que le permitió mantenerse de pie. María del Socorro de León Flores, de 76 años de edad es una sobreviviente de esta enfermedad que hoy en día no distingue edad, ni clases sociales para atacar. Ayer en el marco del Día Mundial contra el Cáncer de Mama, Doña María recordó que un 25 de septiembre llegó a ella la noticia de esta enfermedad. Como muchas personas que reciben este diagnóstico, lo asoció con la muerte. Morir en sí no le daba miedo. El temor venía al pensar cómo sería ese proceso. Cómo sería ese paso de la vida a la muerte le causaba un serio conflicto emocional. “Yo me di cuenta de mi enfermedad. Soy enfermera y observé que mi pezón estaba hundido, esa es una señal muy clara del cáncer”, señaló. Efectivamente fue así. Después de una mamografía y una serie de estudios, le confirmaron que padecía Cáncer de Mama. Le dijeron lo que ella ya sabía. El siguiente paso era practicarle una cirugía para quitar el pecho. Luego vinieron las quimioterapias. Este proceso le hizo perder su cabello. Pero doña María sabía ver las cosas de manera positiva. “Sube el vidrio porque me voy a despeinar”, “Me voy a poner una diadema”, decía pícaramente cuando había perdido todo su cabello. Seis quimioterapias y 25 radiaciones le permitieron erradicar la terrible enfermedad. Siguió con sus revisiones cada mes, luego cada tres, cada seis y ahora acude cada año. El cáncer se lo había detectado a tiempo. Gracias a su conocimiento en enfermería pudo darse cuenta que algo andaba mal en uno de sus pechos y eso le permitió que la enfermedad no avanzara más.

TODO ES CUESTIÓN DE CÓMO VES LAS COSAS

“Gracias a Dios que no regresó el Cáncer, me siento muy bien. Soy muy afortunada porque hay muchas personas que no logran superarlo. Yo creo que mucho tiene que ver la manera como enfrentes el proceso, la noticia, todo”, destacó. Doña María aseguró que desde un principio ella se sintió muy bien. Solo las fatigas que le dejaban las quimioterapias eran con lo que tenía que lidiar. “Con la ayuda de Dios, de mi hijo, mi familia y de mi amiga, pude salir adelante. Pude enfrentar todo lo que en ese entonces se me presentó”, destacó. Un cuadro depresivo nunca lo tuvo. No temía a morir, pero sí al proceso de cómo sería ese paso de la vida a la muerte. “Llegar a ese momento sí me daba miedo. En cuanto a lo demás no. Siempre estaba bromeando, me hacía la vida llevadera. Me ponía diademas según para que no se me viniera el pelo a la cara, pero no tenía. Íbamos en el carro y le cerraba el vidrio porque decía que me iba a despeinar”, destacó. Consideró que la depresión que causa una noticia de este tipo, es lo que acaba con la vida de las personas. Reconoció que al principio sentía ansiedad, y en su momento, cuando le dieron la noticia, la asoció con la muerte.

UNA AMIGA QUE SE CONVIRTIÓ EN SU ÁNGEL

Doña María tuvo a su lado a su amiga Adriana Victoria Cruz Fuentes con la que desde hace 35 años vive. Ella fue su apoyo, su fortaleza y su paño de lágrimas en momentos de flaqueza. Hasta a la fecha siguen viviendo juntas. La amistad que nació hace 35 años sigue intacta. Son compañeras de vida. Se ayudan mutuamente y hacen más llevadera su estancia por esta vida. “Ella estuvo conmigo en la operación, en la recuperación, ha estado conmigo siempre. Me ha ayudado en todo momento”, señaló. En una vivienda ubicada en la colonia El Pueblo, estas amigas de toda la vida viven juntas. “Hemos reído juntas, hemos llorado, peleado, pero al final para seguir en esta vida”, señaló Adriana Victoria, quien estaba al lado de doña María durante la entrevista. “Le doy gracias a Dios por la oportunidad que me dio de seguir viviendo. Han sido 19 años de haber recibido esa noticia y hoy sigo aquí. Yo les digo a todas las mujeres que viven una situación similar, que no se dejen vencer, que sean positivas y luchen por vivir”, señaló.

Quería gritar, correr, llorar. Al mismo tiempo decía, voy a ser fuerte, voy a salir adelante, y así fue"

María del Socorro de León Flores Expaciente de Cáncer