“La golpeaba hasta porque se asomaba a la calle” comentaron vecinos de María del Rosario Colunga Palafox, la mujer que fue asesinada por su pareja y quien la mantuvo más de un mes en su recámara, en bolsas negras de plástico.
Para los vecinos era normal que Ramón N golpeara a María, pues en muchas ocasiones escucharon los golpes, lo que más les sorprendía era que ella nunca gritaba, ni siquiera lloraba, pero están seguros de que vivía con mucho temor.
“Escuché a las autoridades decir que él solo habló para entregarse, ya no hallaba que hacer, no aguantaba y que había dicho que no se ahorcaba porque era cu…”, señaló una de las vecinas.
Él mismo contó lo que le hizo, no se acuerda si fue el 19 o el 20 de enero cuando la mató, aproximadamente en esos días, los vecinos escucharon golpes, pues al día siguiente comentaron entre tres vecinas, después de eso ya no volvieron a verla.
“No se me hizo raro ya no verla, de hecho pensé, yo creo la vecina ya se cansó del hombre y se fue, él mismo me dijo hace una semana que ella lo había dejado”.
Los vecinos consideran que el hombre era algo extraño, siempre usaba guantes, gorra negra aunque hiciera calor, además siempre traía tapada la boca, estaba todo tatuado y lo más seguro es que era un ex presidario.
La víctima tenía una mirada triste, siempre traía una cebolla, fueron contadas las veces que habló con sus vecinos, en una ocasión mencionó que ella no era de aquí, que mucho tiempo vivió en Estados Unidos y que ellos la apoyaban económicamente, pues ni ella ni el hombre trabajaban.
En ocasiones la veían que se paraba en el porche y no pasaba mucho tiempo para que el hombre llegara y la metiera de los cabellos o a empujones.
En una ocasión que la golpeó, Ramón fue con su vecina, la que les rentaba la parte de arriba del lugar donde vivían, para pedirle un favor.
“Fue con la señora que les rentaba y le dijo me van a llevar porque ahorita golpee a mi esposa, le encargo que ahorita vaya y me saque y le dio dinero, de ratito la vecina fue y pagó la multa”, la misma vecina que cuando la autoridad estaba investigando nunca abrió la puerta de su vivienda.
Una de las vecinas comentó que tiene una niña de 14 años de edad, a la que muy seguido mandaba a casa de María y Ramón para que le avisara que iba a haber venta de merma y aprovechara.
“Yo la mandaba para que le hablara a la señora para que viniera a la venta de merma, él siempre le decía, buenos días vecinita y la miraba feo, al resto de los vecinos nunca nos saludaba”, comentó la mujer preocupada pues el hombre le pudo haber hecho algo a su hija.
NOTA RELACIONADA
http://periodicolavoz.com.mx/mata-a-su-mujer-y-vive-el-cadaver/
