Debido a que UBER “no se ha reportado”, el Ayuntamiento de Monclova emprendió una cacería contra choferes de Uber a los que les está quitando sus vehículos e imponiendo multas estratosféricas.
La “cacería” incluye como “cebo” a gente confabulada con la Dirección de Transporte que solicita el servicio de UBER y al llegar a su destino, ya los están esperando autoridades de transporte con la infracción y retiro de vehículo.
El caso mas reciente ocurrió ayer lunes a las 5:00 de la tarde cuando Cindy Zapata de 25 años de edad, conductora de Uber acudió al centro comercial Wal-Mart a dejar a su pasaje, allí fue interceptada por elementos de Tránsito y Vialidad.
Por placas sobrepuestas y realizar servicios no autorizados, el vehículo fue a dar al corralón.
La interrogaron y le preguntaron que si era operaria de Uber, ella sin problema contestó que sí y de inmediato le notificaron que le iban a retirar el vehículo porque era un operativo contra ‘Ubers’.
Cindy Zapata se negó a descender del vehículo, asegurando que no había motivo para que se le decomisaran, pedía que le mostraran algún documento en el que se basaban para poder actuar de esa manera, pero nunca obtuvo respuesta.
Una unidad de grúas Chávez se llevó el vehículo Ingnis de la marca Susuki 2018, color blanco, pero Cindy Zapata nunca se bajó de su vehículo, hasta llegar al corralón.
“El carro no traía una placa delantera, se me perdió por la lluvia, pero no hay necesidad de que se lleven el carro, podían aplicarme una infracción, no supieron dar fundamento legal, solo dijeron que era un operativo de presidencia y que se lo iban a llevar”, comentó Cinthia Zapata.
Los elementos de Tránsito y Vialidad terminaron diciendo que eran órdenes de arriba porque en varias ocasiones el municipio había intentado dialogar con representantes de UBER con la intención de que paguen un permiso para operar en Monclova y no quisieron atenderlos.
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“Solo quieren el dinero, nos hicieron el presupuesto y nos dijeron que hay que pagar 32 mil pesos por concepto de placas sobrepuestas, que no es verdad, además de otro concepto por realizar servicios no autorizados”, señaló Cinthia Zapata.
Pero además hay que pagar el tiempo que este el carro en el corralón y la mensualidad del vehículo en la agencia, pues aún no termina de pagarlo.
Cuando Cindy Zapata acudió a que le dijeran cuanto tenía que pagar de la infracción se llevó una sorpresa al ver que la persona a la que había llevado al centro comercial estaba en complicidad con los elementos de transporte.
“El hombre que me pidió el servicio estaba platicando con los de Policía y Tránsito, allí me di cuenta que piden el servicio y los pescan, nos estaban cazando”, comentó.
