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Coahuila

LAS CARTAS SOBRE LA MESA

Por P. Noel Lozano - 20 enero, 2019 - 11:00 a.m.

¿#10yearchallenge?

Al menos que vivas en un reality show de Discovery Channel, escondido en las montañas del Polo Norte, es imposible que no hayas visto esta etiqueta: #10yearchallenge. Se trata de un reto que se contagia en Twitter, Instagram y Facebook. Consiste básicamente en publicar imágenes enfrentadas con una década de diferencia. Es obvio que el "yo" de hace 10 años no es igual al actual. Algunos han reído otros han llorado, algunos recuerdan con nostalgia otros viven con agradecimiento… eso sí, de una cosa no hemos escapado ninguno: del cambio. Es un hecho que todos hemos cambiado, para bien o para mal, somos otras personas. Hoy nos encontramos con un pasaje del evangelio muy hermoso y conocido, el pasaje del cambio radical en la vida de Jesús y en nuestra propia existencia: las bodas de Caná.

En Caná vemos una fotografía de un antes y un después. Un antes lleno de esperanzas y un después donde se ve colmada la ilusión de muchos hombres. Un antes donde hay unos novios en apuros y un después donde todos están felices. Un antes donde existía una necesidad y un después donde se ve saciada. Un antes donde Jesús no se había manifestado públicamente y un después donde ya no les queda duda que están con alguien muy especial.

Piensa si realmente eres diferente desde hace diez años. ¿Tu vida es mejor? ¿Tu matrimonio está en su mejor momento? ¿Eres menos prepotente, chiflado, desubicado, materialista? ¿Eres más humano, tienes los pies en la tierra, vives agradeciendo? Si eres de los que han subido una fotografía, te reto a que subas cómo es tu vida real diez años después. Cuéntanos si eres mejor o si eres un desastre… que el reto sea un reto a reflexionar y a cambiar, si te encuentras vacío, en necesidad, acude a Jesús a que te haga el milagro como en Caná, Él te sacará de apuros y te mostrará un camino de cambio, de paz, de armonía, de estabilidad, de gozo.

Te comparto algunos puntos donde puedes reflexionar cómo era tu vida hace diez años y cómo es hoy:

  1. En relación con Dios: ¿Solo me dirijo a Dios en caso de necesidad? ¿Participo regularmente en la Misa los domingos y días de fiesta?¿Comienzo y termino mi jornada con la oración? ¿Blasfemo en vano el nombre de Dios, de la Virgen, de los santos? ¿Me he avergonzado de manifestarme como católico? ¿Qué hago para crecer espiritualmente, cómo lo hago, cuándo lo hago? ¿Me revelo contra los designios de Dios? ¿Pretendo que Él haga mi voluntad?
  2. En relación al prójimo: ¿Sé perdonar, tengo comprensión, ayudo a mi prójimo? ¿Juzgo sin piedad tanto de pensamiento como con palabras? ¿He calumniado, robado, despreciado a los humildes y a los indefensos? ¿Soy envidioso, colérico, o parcial? ¿Me avergüenzo de mis hermanos, me preocupo de los pobres y de los enfermos? ¿Soy honesto y justo con todos o alimento la cultura del descarte? ¿Incito a otros a hacer el mal? ¿Observo la moral conyugal y familiar enseñada por el Evangelio? ¿Cómo cumplo mi responsabilidad en la educación de mis hijos? ¿Honro a mis padres? ¿He rechazado la vida recién concebida? ¿He colaborado a hacerlo? ¿Respeto el medio ambiente?
  3. En relación con nosotros mismos: ¿Soy un poco mundano y un poco creyente? ¿Como, bebo, fumo o me divierto en exceso? ¿Me preocupo demasiado de mi salud física, de mis bienes? ¿Cómo utilizo mi tiempo? ¿Soy perezoso? ¿Me gusta ser servido? ¿Amo y cultivo la pureza de corazón, de pensamientos, de acciones? ¿Nutro venganzas, alimento rencores? ¿Soy misericordioso, humilde, y constructor de paz?

Para cambiar realmente qué necesitamos ¿Genética o buenos doctores? ¿Basta con la alimentación y el ejercicio? No, necesitamos acercarnos a Jesús, para que el milagro de Caná, milagro de bendición y de alegría, milagro de prosperidad y serenidad, generosidad y abundancia, se siga realizando en nuestras vidas. Contempla lo que Jesús puede realizar en tu vida como lo realizó en Caná: 1) El agua del Antiguo Testamento, del Mesías esperado, se convierte en vino del Nuevo Testamento, del Mesías llegado. 2) La abundancia mesiánica. Jesús no convierte en vino unos pocos litros de agua, sino una gran cantidad, 240 litros. La sobreabundancia y generosidad de Jesús al inicio de su vida pública caracterizará el resto de su existencia terrena y la vida misma del cristianismo. 3) El Mesías esposo manifiesta su gloria a sus discípulos, que creyeron en Él. La gloria del esposo es precisamente entregarse en plenitud a la esposa y de esta manera iniciar una nueva era de relaciones de Dios con la humanidad: la era cristiana.

Santa María Inmaculada, de la Dulce Espera, Ruega por nosotros.

P NOEL LOZANO: Sacerdote de la Arquidiócesis de Monterrey. www.padrenoel.com; www.facebook.com/padrelozano; padrenoel@padrenoel.com.mx; @pnoellozano

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