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Las crisis de AHMSA

Gerardo Martínez
Por Gerardo Martínez - 17 febrero, 2020 - 01:21 a.m.
Las crisis de AHMSA
Hoy, la empresa opera casi el 50 por ciento de su producción en las dos plantas.

Altos Hornos de México se ha enfrentado a varias crisis a lo largo de su existencia, pero en ninguna de ellas se había contemplado la posibilidad de vender o asociarse con otra empresa para seguir adelante, hoy sí contemplan esta posibilidad, debido a la difícil situación en la que se encuentran desde el pasado mes de mayo.

AHMSA es considerada como una de las mayores productoras de acero en América, con una producción superior a los 4.2 millones de toneladas por año, antes de la crisis económica que enfrentan actualmente y que los ha llevado a opera casi el 50 por ciento de su producción en las dos plantas.

Fue en el 99 cuando Altos Hornos se declaró en suspensión de pagos, acogiéndose a la ya derogada Ley de Quiebras y Suspensión de Pagos, con una deuda de 2 mil 300 millones de dólares a sus proveedores.

A lo largo de su historia se ha enfrentado a la detención de mercados, al exceso de acero, al tema de los aranceles, que han impactado fuertemente a la industria y que llevaron al cierre de departamentos, así como el despido de gente, pero en ningún momento se contempló la venta de la factoría.

El Grupo Acerero del Norte, adquirió en 1991 a Altos Hornos de México, esto después de que el Gobierno Federal privatizara la industria del acero y se vendieran diversas empresas como Fundidora Monterrey y la Siderúrgica Lázaro Cárdenas.

Esta desincorporación del sector público se debió a la mala administración del estado, que llevó a la quiebra a las siderúrgicas al no tener una planeación y no cumplir los estándares de calidad que se requerían para la venta del acero.

No se tenía inversión en sistemas de control de calidad, de cuidado del medio ambiente, que eran claves para poder vender los productos, por lo que los patios de la siderúrgica se encontraban llenos de material.

Como parte del acuerdo de compra de la empresa se realizó el recorte de personal antes de concretar la transacción por lo que en 1989 se realizó un reajuste masivo de los más de 20 mil trabajadores que se tenían en la Siderúrgica 1 y 2, de los cuales salieron cerca de 8 mil trabajadores sindicalizados y de confianza.

Esta fue una de las primeras crisis que los llevó a privatizar el sector, ya que era demasiado el dinero que se destinaba para mantener estas empresas, que no le representaban en sí una ganancia.

Al tomar Grupo Acerero del Norte (GAN) las riendas se tomó como lo que es en realidad un negocio en donde se comenzó a invertir para cubrir las normativas que requieran y se logró incrementar la producción.

En 1993 se llevó a cabo otro recorte de personal, con la salida de 2 mil 600 trabajadores, lo que representó un duro golpe a la economía de la región Centro.

En 1999 AHMSA enfrentó una nueva crisis esto debido al exceso de acero a nivel mundial y la caída del precio del acero, por lo que eran pocas las ventas que se tenían, y se llegó a una crisis tal que Altos Hornos se declaró en suspensión de pagos, acogiéndose a la ya derogada Ley de Quiebras y Suspensión de Pagos, con una deuda de 2 mil 300 millones de dólares a sus proveedores.

Ante la disminución de producción y capital, la empresa tomó diferentes acciones con la finalidad de conservar las fuentes de empleo.

Además de que se llevó a cabo la venta de activos, como se pretende hacer actualmente, cuando Altos Hornos realizó la venta de la Planta Galvanizadora a IMSA y la Planta de Oxigeno.

En el 2003 la Secretaría de Hacienda demandó penalmente al Consejo de Administración de AHMSA por fraude fiscal, por lo que Alonso Ancira Elizondo, presidente de la empresa, salió del país y se refugió en Israel.

La recuperación del precio del acero a partir del 2006 permitió a Alonso Ancira regresar a México y recuperar la posición de AHMSA como una de las principales siderúrgicas del país y se anunciaron nuevos proyectos como el Proyecto Fénix.

A lo largo de su historia se ha enfrentado a la detención de mercados, al exceso de acero y al tema de los aranceles.

Sin embargo, la recuperación de la empresa sólo duraría un par de años, ya que en 2008 se viene una nueva crisis por la crisis económica mundial que llevó a la empresa a suspender los proyectos y retomar medidas de austeridad.

Dentro de esta medida muchos trabajadores recibían medio sueldo sin ir a trabajar y fueron reubicados de la Siderúrgica 1 a la 2, y muchos trabajadores salieron por retiro voluntario, con el compromiso de que no se les pagaría a corto tiempo, sino a 6 meses una parte y el resto en parcialidades, siendo esta la manera en la que se pudo sostener la empresa dentro de esa crisis, que había sido considerada como una de las peores.

Incluso para ese tiempo la empresa tenía proyectado la contratación de 12 mil trabajadores, sin embargo se tuvo que detener debido a la crisis que se presentó e incluso dieron de baja personal de confianza.

En el 2015 se dio otro golpe a la industria del acero, esto ante la invasión de acero chino con un precio por debajo del que se maneja con un efecto “dumping”.

La situación de la empresa se recuperó poco a poco, tras la nivelación del precio del acero a nivel internacional, se logró estabilizar la economía y se dieron a la tarea de buscar otros mercados con la implementación de aceros especiales.

Pero en 2015 se dio otro golpe a la industria del acero, esto ante la invasión de acero chino con un precio por debajo del que se maneja con un efecto “dumping” que tuvo un impacto en los pedidos de la empresa.

En el 2003 la Secretaría de Hacienda demandó penalmente al Consejo de Administración de AHMSA por fraude fiscal.

La situación económica tuvo un fuerte impacto económico por lo que se tuvo que dar de baja a cerca de mil 500 empleados de confianza, una cifra importante y que además impactó a las empresas que dependen de la acerera.

El mercado estaba invadido por el mercado chino, que representaba una competencia desleal, por lo que trabajadores de todos los niveles, así como ciudadanos y autoridades se sumaron en una mega marcha que se realizó el 01 de julio de ese año, para hacer un llamado al Gobierno Federal para que estableciera aranceles.

El tema de los aranceles era una constante lucha, la cual se tenía que ratificar cada 6 meses y buscar un porcentaje mayor y a un mayor número de productos, para que la competencia sea pareja, pero la economía seguía viéndose afectada.

Esto se vino a complicar con la medida 232 que implementó el Gobierno de Estados Unidos a los productos de acero que provenían de México, en agosto del 2018, en donde se aplicó un 25 por ciento de impuestos a los productos, lo que redujo la exportación de acero, y ocasionó pérdidas en la economía de la empresa de hasta 200 millones de dólares en un trimestre.

En 1993 se llevó a cabo otro recorte de personal, con la salida de 2 mil 600 trabajadores, lo que representó un duro golpe a la economía de la región Centro.

El año 2019 inició de manera complicada por la incertidumbre que se tenía por la medida 232, la ratificación del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, los aranceles a productos chinos, así como la falta de obras de infraestructuras en el país, por lo que bajó la demanda de acero.

El 20 de mayo del 2019 se dio un respiro a Altos Hornos, esto después de que Estados Unidos anunció que se excluiría a México de la Medida 232 y con esto se eliminaría el impuesto que se estuvo aplicando durante 8 meses, así como el financiamiento que se obtuvo 575 millones de dólares, con lo que se pagaría las obligaciones financieras derivadas de la suspensión de pagos.

El panorama comenzaba a cambiar para la empresa, quien incluso anunció inversiones como la construcción de una nueva planta coquizadora, con lo que se incrementaría la producción de acero.

En 1999 AHMSA enfrentó una nueva crisis esto debido al exceso de acero a nivel mundial y la caída del precio del acero.

Tan sólo una semana después se vino la etapa gris de Altos Hornos de México y que se sigue presentando hasta el día de hoy al darse la detención de Alonso Ancira Elizondo en España el 27 de mayo del 2019, así como el congelamiento de cuentas de la empresa por la Unidad de Investigación Financiera.

Al no contar con el recurso, así como no poder acceder a un crédito, la empresa comenzó a fallar en el pago de proveedores, constructoras, y salieron miles trabajadores de compañías tras suspender los proyectos, así como personal de confianza a quienes se les adelantó su retiro voluntario.

Los diferentes factores que se conjuntaron como es el congelamiento de cuentas, la falta de inversión pública, la contracción del mercado mundial, ocasionaron que la empresa tuviera pérdidas de más de 90 millones de dólares, en los últimos trimestres, y se redujera de manera significativa su producción.

Ante esta situación la empresa ha tenido que recurrir a otras medidas de ahorro, como son el cierre de algunos departamentos, la reubicación de trabajadores en áreas más productivas y otros ajustes.

Así mismo, iniciaron negociaciones en busca de capital fresco, en donde se ha señalado que la empresa busca asociarse con alguna empresa, aunque también se ha mencionado que están abiertos a la venta en caso de que se tenga un comprador.

Actualmente la empresa mantiene las negociaciones y se prevé que en corto tiempo se defina la situación de la siderúrgica, que después de ser una de las más importantes de América, se encuentra en una situación delicada, pero a pesar de eso se siguen conservando las fuentes de empleo de personal sindicalizado.

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