Lo que se ve para 2017

La temporada lleva una semana y ya hay algunas cosas que podemos ver: los Colts tendrán una temporada difícil, incluso si tienen a Andy Luck en el campo, los Bengals son un equipo en declive, a Kansas hay que tomarlo en serio, Deshaun Watson tiene que ser el quarterback titular de los Texans, el panorama de los Cardinals, y de muchos que juegan fantasy, se complica con la lesión de David Johnson. La semana dos trae juegos interesantes, para mí los que destacan son: Philadelphia contra Kansas City, Minnesota contra Pittsburg, Dallas contra Denver y Atlanta contra Green Bay.

Philadelphia visita Kansas City en uno de los duelos más interesantes de esta jornada por lo mostrado por ambos equipos en la semana uno. Los Chiefs dieron la campanada al vencer, con autoridad, a los New England Patriots quienes partían como grandes favoritos y jugaban de locales. La defensa de Kansas jugó por nota, aunque sufrieron la dolorosa baja, por toda la temporada, de su safety estrella Eric Berry, sin duda lo extrañarán. El coach Andy Reed hace bien las cosas. Lo hizo con Philadelphia y lleva años haciéndolo con los Chiefs.

Para muestra está lo que ha hecho con su quarterback Alex Smith, que es uno de los jugadores más menospreciados de la liga, ha sabido cubrir las constantes bajas de sus corredores de primer equipo, esta temporada una de las más gratas sorpresas fue el juego del novato Kareem Hunt que entró para cubrir la baja de Spencer Ware. Hunt que se repuso de un fumble para después correr para 148 yardas y un touchdown, además de 98 yardas por recepción y un par de anotaciones más.

Un juego de ensueño. No por nada salen como favoritos por cinco puntos. Sin embargo, las Eagles no son un equipo fácil. Fueron a Washington a ganar con autoridad. La ofensiva movió bien el balón. Carson Wentz se está consolidando como líder de una ofensiva sin muchos nombres famosos, pero que luce siempre peligrosa. Además, su defensiva contuvo a los Redskins en sólo 17 puntos, una de las mejores ofensivas la temporada pasada.

Otro de los juegos interesantes será el de Minnesota en la casa Pittsburg. Los dos vienen de ganar, los Vikings con mucha más autoridad que los Steelers, quienes sudaron en lo que en teoría tendría que haber sido un día de campo contra los Browns. Por eso sorprende que en la línea de apuestas los Steelers estén como favoritos por 7.5 puntos. El juego de esta semana será una prueba para las ofensivas de ambos equipos.

La de Minnesota se vio fenomenal en el arranque de campaña, pero lo hizo contra los Saints, que en lo que llevo de vida nunca han montado una defensiva buena y este año son más de lo mismo. Sam Bradford no es de los quarterbacks que más confianza generan y tendrá que probar que lo que mostró el lunes por la noche no es un espejismo. Pittsburg tendrá que mejorar, ya que se enfrenta a una de las mejores defensivas de toda la NFL y si juegan como lo hicieron la semana pasada no estoy seguro de que se puedan llevar la victoria.

Dallas empezó con el pie derecho ganándole a los Giants, que fueron su pesadilla en 2016. La defensa fue de las gratas sorpresas para los seguidores del equipo de la estrella solitaria, dejaron al equipo neoyorquino en tan solo tres puntos. Pero, Denver será una prueba dura.

Es una muy buena defensiva y los Cowboys quieren demostrar que son serios contendientes, qué mejor que moviéndole el balón a la defesa de Von Miller. Para eso Dak Prescott tiene que salir con mejor puntería que el juego pasado, donde estuvo lanzando alto, lo que para su fortuna no se vio transformado en intercepciones.

Finalmente, está el juego entre Atlanta y Green Bay. Atlanta sufrió contra los Chicago Bears. Su ofensiva no se vio como esa máquina anotadora a la que nos tenían acostumbrados, pero sigue siendo un equipo peligroso. La ofensa que comanda Aaron Rodgers, sin ser espectacular se vio bien contra una de las defesas de renombre en la semana uno: la de Seattle.

Si este fin de semana hacen lo que saben hacer, veremos un juego ofensivo espectacular, de muchos puntos. Solo esperemos que no se repita el bodrio de juego que vimos en la final de Conferencia del año pasado, donde solo existió un equipo.