La lucha libre es un deporte que para muchos un deporte en el cual ya no se hacen las cosas de verdad, pero el entrenamiento que realizan los prospectos es un trabajo arduo en el cual pueden sufrir lesiones, pero es más grande el sueño de ser luchadores.
Padre e hijo entrenan duro, ellos son Juan y Antonio Vázquez que entrenan bajo la escuela de Orfeo Negro y tienen la ilusión de algún día salir a combatir sobre el cuadrilátero ante los aficionados de lucha libre.
Juan Vázquez, padre del pequeño “Toñín”, nos habla de su entrenamiento.
“Soy Juan tengo un mes exacto entrenando, desde niño siempre me ha llamado la atención mucho la lucha libre, yo vengo apoyando a mi hijo, el quiso venir a entrenar, mi hijo fue quien me dijo que me subiera a entrenar duro y aquí estamos.
Mis ídolos de la lucha libre es el Santo y aquí en Monclova mi maestro Orfeo Negro, a mí me gustaría pertenecer a los dos bandos de la lucha libre, espero algún día debutar, a mí me gustó mucho que mi hijo quisiera venir a entrenar.
Con ello uno le apoya y fomenta el deporte, además pertenecemos a un Moto club.
Ya para finalizar damos todo el agradecimiento a nuestra familia que nos permiten el que estemos introduciéndonos a este deporte, también de antemano a nuestro maestro Orfeo Negro, que nos ha tenido mucha paciencia y finalmente a el señor Padilla que nos facilita las instalaciones.
El ser padre representa un gran apoyo para Antonio “Toñín” Vázquez.
“Tengo 11 años me llamó mucho la atención, primero veía la lucha libre en la televisión, después mi papá me traía a la arena, mis luchadores favoritos son Psycho Clown y Pagano, de aquí de la ciudad mi maestro Orfeo Negro.
Tengo dos meses entrenando, he aprendido muchas cosas que no terminaría de platicarlas, lo más difícil que yo he practicado es los resortes.
Si yo algún día luchara me gustaría llamarme, si mi maestro lo permite, Orfeo Negro Segundo o Cowboy Biker, a mí me gustaría pelear sin máscara para que me vieran las heridas en una lucha extrema.
Yo quiero invitar a todos los niños a que se animen a practicar este deporte, es muy difícil pero bonito, al final quiero agradecerle a mi familia, mi maestro Orfeo Negro y mi papá por apoyarme en entrenar.