“Si me topara con mi yo de cinco años estaría orgulloso, porque quería ser súper héroe y lo conseguí”, comentó Luis Ángel, quien trabaja en un centro comercial y en su tiempo libre se dedica a hacer trajes de súper héroes, máscaras y a disfrazarse de ellos para deleite de los niños.
Pero no todo fue diversión para Luis Ángel Luna López, cuando cursaba el nivel básico de educación, sus compañeros le hacían bullying por ser un buen estudiante y comportarse mejor que los demás, eso lo llevó a refugiarse en los cuentos de fantasía y en los cómics. Leer sobre Spiderman, las Tortugas Ninja y Batman –su personaje favorito-, le ayudó a seguir adelante.
Pasaron los años y el hábito de la lectura fue tanta que se defendía de sus agresores e incluso era el héroe de sus demás compañeros, para hacerlo se basó en los antihéroes como Venom y Wolverine. Decía que era un súper héroe y siempre fue el defensor de las personas que dañaban en las escuelas.
Pero leer sobre sus personajes favoritos ya no le bastó, tenía que convertirse en ellos y por eso, aprendió a hacer máscaras a mano, utilizaba cualquier cosa a su alcance como: cartón, fomi, botellas recicladas, palillos dentales, papel maché, media de mujer, licra, algodón, plastilina y hasta aislante para los tubos del agua.
Luis Ángel crea sus propios trajes y máscaras de súper héroes.
En las que más se ha tardado fue la cabeza de Depredador, donde utilizó los palillos para hacer las púas, las medias de mujer para el momento de abrir la boca y el aislante para el cabello. También en el traje de Batman tardó dos meses, en parte porque es su personaje favorito y otra para que los niños sean felices al conocer a su súper héroe. Para cada personaje se basa en el libro “Guía Máxima de Súperhéroes” que funciona como un diccionario.
“Para un niño yo soy Batman y tengo que saber cómo viste a la perfección, la forma de hablar y hasta en qué transporte llego para que no pierdan nunca la ilusión. Debajo del traje siempre me pongo un traje muscular que yo hice y fui cuidadoso para que se notara bien todo. Actualmente estoy en proceso de modificar mi moto y camuflarla para hacerla batimóvil”.
A sus 31 años, Luis Ángel tiene 117 trajes y 56 máscaras, entre ellos: Buitre, Deathstroke, Ironman, Blue de Jurissica Park, Pantera Negra, Gears of War, DeadShot, C3PIO de la Guerra de las Galaxias, Manta Negra. De los cómics logró coleccionar las primeras ediciones de Batman, La Liga de la Justicia, Flash y Superman, y 350 más.
Ha tenido muchas ofertas por las colecciones que tiene –hasta 8 mil pesos por una sola edición-, algunos de los cómics no han llegado a México, pero él los compra en internet antes que salgan con un costo de casi 500 pesos y al conservarse por más tiempo, sube el valor de cada uno. A diferencia de otros fanáticos de cine, Luis Ángel no disfruta de las nuevas películas, porque no están apegadas a los cómics.
“Para un niño yo soy Batman y lo mejor es hacerlos felices”, dijo Luis Ángel.
Dijo asistir cuando hay estrenos y regularmente se disfraza, llamó la atención de todos al acudir vestido de Venom en su moto y no le hicieron burlas como cuando era pequeño, lo veían con admiración, sobre todo los niños. En una noche llega a ganar más que en su trabajo en una tienda comercial, las personas le dan apoyos solo por tomarse la foto.
Hace casi ocho años se casó con Berenice Vega Armendáriz y actualmente tienen tres hijos de 7, 5 y 3 años de edad, a quienes les inculcan leer y la mayor es fanática de Ladybug y ya se disfrazó, otro fue Flash y decía que volaba porque usó los tenis del personaje. Hay ocasiones en que ellos toman sus cómics y los han llegado a romper, pero Luis no los desperdicia, ha hecho un collage en una puerta con ellos.
Su esposa se dio cuenta que le gustaban los súper héroes cuando a sus reuniones y citas llegaba con camisetas de ellos, después se enteró que también se disfrazaba y lo aceptó. “Prefiero que lea cómics a que fume o llegue borracho a la casa. Yo le he agarrado el gusto a vestirme también y ya fui Harley Quinn, Súper Chica, Bati Chica, Lady Depredador, Lady Venom, Tinkerbell y la Mujer Maravilla”.
Juntos han ganado todos los concursos de disfraces en Monclova y asisten a todas las convenciones que hay. Dentro de dos años planean renovar sus votos con una boda con temática de Batman, ya cotizaron los precios del vestido de Gatúbela y el traje de Batman, -luego que en el cómic también se casaran-, las argollas de murciélago y los padrinos llevarán camisas de otros personajes.
Para el súper héroe de Luis existe un temor: que sus hijos se avergüencen de él al crecer.
Tiene 117 trajes y 56 máscaras en su Baticueva, todos hechos a mano.
Dijo, no quiere que lo vean mal por vestirse o tener una gran colección y espera el día en que le pueda ceder la máscara de Batman a su hijo.
“En Monclova no hay muchos lectores de cómics y los negocios que se llegaron a instalar tuvieron que cerrar, actualmente yo solo compro en una revistería en la zona centro. Lean mucho porque ver película cualquiera lo hace, pero leer te transporta a otro mundo y eso trato de inculcarle a mis hijos aunque sean 20 hojas pero de calidad”
A principios del 2018, inició la construcción de su “Baticueva” en un cuartito arriba de su casa, ubicada en el Fraccionamiento Carranza, ha hecho estalagmitas a base de papel maché y las pego en el techo, con el mismo papel creó la ilusión óptica de piedras saliendo de la pared y de un murciélago incrustado. Tiene pósters de varios personajes, figuras de acción, algunas máscaras, las pistolas que utilizó Batman en las últimas películas, el traje de Batman y las primeras ediciones de cómics.
Respecto a la muerte de Stan Lee, dijo que muchos afirman ser fanáticos del creador de cientos de personajes, pero ninguno conoce la historia o se “subieron al tren del mame”. Stan fue todo un personaje y es más que un descanse en paz, nunca se va a ir porque fue el padre de Spiderman – el súper héroe más popular- y mucho más, dijo.
“No tengo resentimientos para los que se burlaron de mí y me atacaron, les doy las gracias porque me motivaron a ser lo que soy hoy: un súper héroe”.
