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Nación

Madre se amarra a rejas de Segob para exigir castigo a violadores de su hija

Por Agencia - 17 septiembre, 2020 - 06:26 p.m.
Madre se amarra a rejas de Segob para exigir castigo a violadores de su hijaMarcela Alemán.

México.- La activista Marcela Alemán realizó este jueves 17 de septiembre una nueva protesta en la capital del país para exigir justicia por la violación de su hija de 4 años de edad.

Esta vez, la señora Alemán se amarró a una de las rejas de la Secretaría de Gobernación sobre la calle de Bucareli, en la colonia Juarez de la Ciudad de México.

Se trata de una acción similar a la que llevó a cabo a principios de este septiembre en las oficinas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), cuando se amarró a una silla luego de una reunión infructífera con la titular del organismo, Rosario Piedra Ibarra.

En declaraciones al diario Reforma, Alemán insistió en que no busca “dinero” ni “una despensa” con sus acciones, sino llamar la atención de las autoridades sobre el delito cometido en contra de su hija y atención urgente para la víctima.

Además, señaló que siente rabia y mucha indignación al tener que “venir a suplicar justicia de esta manera” con sus demostraciones, cuando deberían ser las autoridades las que se acerquen a ella para dar solución al caso.

“Yo quiero justicia y que esos malditos que violaron a mi bebé paguen, porque no puedo vivir con esto, y menos mi hija: no tiene vida, está desde las 3 de la mañana sin dormir por temor, y no es justo”, Marcela Alemán.

Marcela Alemán busca justicia para su hija víctima de violación

El 2 de septiembre pasado, Marcela Alemán y otros familiares de víctimas de violencia tuvieron una reunión en la sede de la CNDH en la calle de Cuba, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

En aquella ocasión, los inconformes exigieron una reunión con el subsecretario de Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, entre otras cosas.

Luego de no recibir una respuesta satisfactoria, la mujer originaria de San Luis Potosí se amarró a la silla y se negó a abandonar la sala donde se llevó a cabo en encuentro.

Dos días después, colectivos feministas y tomaron las instalaciones del organismo y le cambiaron de nombre de manera simbólica por el Refugio Ni Una Menos; a esto le siguió la toma de algunas sedes estatales de comisiones de derechos humanos.

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