Natalia Castillo visita a su madre quien hace años falleció y ahora descansa en el panteón del Carmen
CASTAÑOS, COAH.- Rezos, llanto y cánticos religiosos se escucharon insistentemente en el Panteón Municipal Del Carmen desde temprana hora en homenaje a las madrecitas.
A diferencia de otros años la afluencia de visitantes no fue tanta, las tumbas que guardan los restos de alguna madre lucieron adornadas con flores y fotos, demostrando que no se han olvidado de ellas.
“Ella nos dio todo y batalló con nosotros cuando éramos niños, por eso ahora que no está lo menos que podemos hacer es venir a limpiar su tumba, quitarle la hierba y ponerle flores, aunque a veces vengo solo a arreglarla pues no hay dinero para comprarle un arreglo” dice Natalia Castillo.
Con lágrimas en los ojos dice que su mamá se llamaba Leonor Guerrero y que murió justo el Día del Padre, un 15 de junio, simplemente cerró los ojos y ya no los volvió a abrir. Desde entonces no ha parado de llorar.
Siempre la tengo presente, la pérdida de una madre deja un vacío que no llena nadie.
María de Jesús López Villarreal camina con paso vacilante hasta la tumba de su madre, ella tiene un problema en el cerebro además de dilatación en las venas de la cara que le impide ver normalmente, pero eso no la detiene.
Recargada en una tumba para reposar un poco mientras que toma un poco de aire dice, “este es un día muy especial para aquellos que tenemos a nuestras madres enterradas aquí y que ya no las vemos, nosotros los vivos tenemos la obligación de visitarlas y elevar una plegaria a Dios por su eterno descanso y que desde donde estén no nos olviden.
Un día especial donde las clases sociales, la diferencia de opiniones, creencias y gustos quedaron atrás, ante la fuerte tradición que aún prevalece de acudir el Diez de Mayo a llevarles flores a las madrecitas.
