SAN BUENAVENTURA-COAH.- Con la esperanza de recibir la llamada de su hijo que le diga: “Ya pasé madre, no te preocupes”, se encuentra la señora Delfina Pérez Arámbula quien no asimila que su hijo Raymundo Martínez Pérez muriera horas después de cruzar el río bravo.
Ya había hecho lo más difícil, por eso no cree que su hijo hubiera muerto deshidratado como afirman las autoridades. Para ella, Raymundo fue asesinado, tal vez por el pollero quien lo cruzó y luego lo asaltó.
Doña Delfina Pérez, no asimila la muerte de su hijo.
Entrevistada en su hogar ubicado en la Colonia Eulalio Gutiérrez, la mujer narra que se quedó esperando la llamada de su hijo que se fue a los Estados Unidos de ilegal, luego de que le negaron la visa.
“No sé nada, cómo fue, cómo pasó, la semana pasada, el miércoles me estuvo llamando, todavía el jueves lo último que me dijo ya habían cruzado el río; le respondí gracias a Dios hijo, que bien, cuídate mucho y ya no supe nada, ya no tuvimos información de él, su teléfono manda a buzón”, señaló desconsolada.
Raymundo salió hace 15 días de la casa de su madre, en busca del sueño americano, conseguiría un mejor empleo para poder pagar la carrera de su hija de 23 años de edad.
“Le negaron la visa, vio que su padre enfermó, su esposa Rosy también de una enfermedad grave y que su hija había dejado los estudios para cuidar a su madre, entonces hacía falta el dinero y de un día a otro decidió irse, me dijo me voy a ir mamá, yo no lo detuve creo porque él ya era un adulto”, comentó.
“No voy a poder madre, le tengo que dar todo a mi hija y Rosy con su enfermedad no la podrá apoyar”, fue lo que Raymundo le dijo a su mamá.
Joselyn y Sarahi, de 23 y 24 años de edad son las hijas del hombre de 47 años de edad que murió por deshidratación en Texas, una de ella estudiaba en Satillo la carrera de Arquitectura pero debido a la enfermedad que padece su madre Rosa de la Rosa aunado a la falta de dinero, suspendió sus estudios.
Raymundo Martínez Pérez, el migrante que falleció en Texas.
Por medio de redes sociales, la familia se dio cuenta del fallecimiento de un migrante originario de San Buenaventura, pero como Mundo aparecía conectado en su Messenger de Facebook tenían la esperanza de que estuviera vivo.
“Le enviábamos mensaje tras mensaje y no respondía por lo que sus hijas decidieron llamar a instancias de Estados Unidos para preguntar información de su padre, pero no obtuvieron respuesta hasta que mi otro hijo que vive allá fue a ver el cuerpo y por los nombres de sus niñas que trae tatuado en los brazos lo pudieron identificar”, detalló la mujer.
“Él no quería que les faltara nada a sus hijas, siempre les dio todo, trabajaba en Denso pero le pagaban poco y su idea era irse, conseguir un buen trabajo y mandarles dinero”, dijo.
LE PAGÓ A “POLLERO” PARA QUE LO CRUZARA A E.U.A
Ellas son las hijas de Raymundo.
Como “Juan”, solo así conoce doña Delfina al pollero que ayudaría a su hijo a cruzar a Estados Unidos, a quien hasta ayer le seguía marcando por teléfono pero no respondía.
“Hace semanas le había hablado a ese mentado Juan pero salió con que traía problemas con la camioneta y hasta le dio para que la arreglara, luego le llamó un jueves en la noche, le dijo vente para que cruces, te voy a mandar con otro pollero”, explicó.
Cree que tal vez el “coyote” pensó que Raymundo llevaba todo el dinero y lo golpearon para quitárselo, pero solo llevaba poco pues el resto lo había depositado a una conocida de Estados Unidos para que cuando llegara allá se lo entregara al “pollero”.
“Era muy pronto para que se deshidrataran, él llevaba sueros y agua, el jueves me llamó diciendo que había comido que estaban en un ranchito, ya en Estados Unidos”.
Señaló que desde un principio no le pareció que iba a irse con otro pollero, posteriormente su hijo le habla para decirle que pasaría el río nadando y no en lancha como se lo había prometido.
“Mejor le dije regrésate hijito, lo esperaba el domingo porque en el trabajo ya le estaban llamado que fuera este lunes, y nada, pasaron los días hasta que supe que había muerto”, comentó.
