SAN BUENAVENTURA, COAH.- Para Petrita y Carlos, vivir 53 años juntos y haber procreado diez hijos ha sido una experiencia maravillosa de la que agradecen a Dios, pues dicen que ante todo está el amor que le tienen al que “Todo lo Puede” porque en todo este tiempo han sido pocas las discusiones que han tenido.
Sentados en la sala de su casa ubicada en la colonia 18 de Febrero Petrita Ríos y Carlos Castellanos dicen que ambos se conocieron en el ejido Sardinas, municipio de Nadadores, de donde son originarios.
Un tiempo se trataron para después formalizar su relación casándose por las dos leyes, ella de 20 años y él de 30, recibiendo la bendición de Dios, pero antes Petra escuchó la sentencia de sus padres quienes le dijeron el día que pidieron su mano: “Esa es la suerte que escogiste y con ella vas a vivir toda tu vida”.
De lo cual después de más de medio siglo de convivir no se arrepiente. Al contrario, dice que con el paso de los años el respeto y la comunicación entre ellos crecieron y todo fue más llevadero.
“De recién casados yo le ayudaba a trabajar la tierra, a levantar la cosecha del frijol, a sembrar el maíz, no sabía nada de eso pero me enseñó y juntos andábamos en medio de las labores, aún cuando estaba embarazada y a punto de aliviarme eso no era pretexto para no apoyarlo, fueron tiempos bonitos, con mucho sacrificio pero muy bonitos” dice Petra mientras que Carlos asiente con la cabeza como si estuviera viviendo el momento.
En tanto que Petra habla, Carlos la escucha atentamente, él no puede expresarse con mucha facilidad debido a la embolia que sufrió hace algunos años y que obligó a que cambiara de actividades, pese a las prohibiciones que le hicieron los médicos se sale a caminar por las calles aledañas a su casa, siempre bajo la mirada atenta de su esposa e hijos.
Al preguntarle cómo le había hecho para atender a tantos hijos, Petra comenta que para ella eso no le generó ningún conflicto, ya que no batalló porque desde pequeños les enseñó ser respetuosos unos con otros para que todos vivieran bien.
Narra que en una ocasión cuando acudió a aliviarse del más pequeño de sus hijos, Miguel Ángel, ella tenía 42 años y uno de los médicos que la atendió le dijo que si se quería operar para no tener más familia y ella le dijo que no, a lo que el médico enojado por la respuesta le dijo, pues será usted muy rica para mantenerlos a todos, en respuesta Petra le dijo, si doctor soy muy rica porque Dios me dio muchos hijos y si me da otro el próximo año aquí nos vemos.
Como todo matrimonio Petra y Carlos pasaron por una serie de vicisitudes que en vez de separarlos los fortalecieron, al grado de convertirse en un ejemplo para sus hijos que están casados y tienen sus respectivas familias.
Algo que extraña a la pareja es que hoy los matrimonios digan constantemente que no pueden con sus hijos y que los rebasan “antes eso no sucedía, había respeto y lo que los padres decían eso se hacía y sin chistar porque los padres son la máxima autoridad en la casa y los hijos tienen que obedecer, pero ahora hasta parece que hoy son ellos los que mandan”.
Y agrega que a ella nunca le desesperó criar diez hijos, pero porque les enseñó el respeto y amor entre ellos y si bien es cierto que discutían ella de inmediato intervenía para poner orden, eso lo aprendieron y ahora lo aplican con sus hijos.
Afirman que orar a Dios y buscar su amparo es algo que no falla, que ellos han practicado siempre pues en sus plegarias siempre están sus hijos por quienes lucharon y pasaron privaciones, pero vivirlas juntos como pareja les ayudó a quererse más y a tenerse paciencia.
Norma, María Elena, Ana María, Gloria Leticia, Juan Carlos, Jorge Luis, Martha Cristina, José Alberto, Laura y Miguel Ángel, son los hijos de Petra y Carlos de quienes dicen sentirse muy orgullosos ya que por el amor a ellos su relación como pareja se fortaleció con el paso de los años.
“Carlos y yo nos queremos mucho aún cuando han pasado muchos años desde que nos casamos, aquí seguimos juntos hasta que Dios quiera”.
Carlos y yo nos queremos mucho aún cuando han pasado muchos años desde que nos casamos, aquí seguimos juntos hasta que Dios quiera”.