El conato de un incendio en una recámara de su vivienda ocasionó un niño que estaba jugando con cerillos, afortunadamente la oportuna presencia de los bomberos logró evitar que las cosas pasaran a mayores.
Este incidente ocurrió en la vivienda marcada con el número 125 de la calle Lilas en la ampliación Santa Rosa, propiedad de Blanca Franco Reynoso de 24 años de edad.
Resulta que dos menores de siete y cinco años jugaban con cerillos en una de las habitaciones, un fósforo cayó sobre la cama y comenzó a prender, la madre de los menores de inmediato solicitó apoyo tanto de vecinos como de Bomberos, al llegar los “traga humo” lograron evitar que el daño se extendiera aún más, controlando la situación.
El subdirector de Protección Civil y Bomberos, Leonardo Daniel Carrera Martínez, indicó que el saldo de los daños de este conato de incendio fueron dos colchones y una pared ahumada.
La familia fue valorada por Cruz Roja Mexicana, presentado solo crisis nerviosa.
