El supuesto abuso sexual de un niño de siete años movilizó la tarde de ayer a la Policía y paramédicos de Cruz Roja Mexicana, quienes llegaron hasta su domicilio localizado en calles de la colonia Calderón.
El reporte ingresó al Sistema Estatal de Emergencias alrededor de las 14:30 horas, por lo que solicitaban el apoyo de las autoridades municipales en la calle 20.
Las autoridades llegaron hasta la casa, en donde se entrevistaron con la madre del pequeño Rubén ‘N’.
La madre del niño explicó a los oficiales de la Policía Rosa y Preventiva, que su hijo luego de regresar de jugar con uno de sus amigos de 11 años, que vive en la calle 22, le comentó que tenía una herida en sus genitales.
Aterrorizada y pensando que su hijo había sido atacado sexualmente por su amiguito, decidió pedir el apoyo de la Policía para que ahondaran en el caso.
Luego de ver todo lo que se estaba generando, el pequeño de siete años confesó que nadie lo había tocado pues dijo que mientras jugaba con su amigo, este agarró un envase y le dijo que metiera su ‘pipi’ en el pico de la botella, por lo que al hacerlo terminó con una lesión en su parte noble.
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Al escuchar lo anterior, las autoridades pidieron el apoyo de una ambulancia, la madre y el pequeño fueron llevados al Hospital Amparo Pape de Benavides, dónde sería examinado por los especialistas.
Así mismo se dio parte del caso a los agentes de la Procuraduría de los Niños, las Niñas y la Familia (PRONNIF), quienes se encargarían de determinar, mediante sus investigaciones, si el pequeño Rubén fue víctima o no de un abuso sexual.