Para recibir el primer sacramento, estuvo ante el altar del santuario de Guadalupe la pequeña Mía Flores Morín quien estuvo acompañada por sus padres Miguel Flores y Evelyn Morín.
Presentes también estuvieron sus padrinos Victoria, Marco Morín, Telly y Oscar Flores quienes fueron testigos de la ceremonia y serán un buen ejemplo de vida para la bautizada.
Durante la misa, el párroco habló sobre la fortuna de apadrinar a un niño y después cubrió con las aguas del Jordán a Mía quien se unió a la iglesia como nueva católica.
Al terminar la ceremonia, papás y padrinos invitaron a los presentes a continuar con la celebración en un conocido restaurante de la ciudad.