En Canberra, Kabul, Ciudad del Cabo, Berlín y alrededor del mundo cientos de miles de personas, especialmente jóvenes, salieron a las calles el viernes para exigir a los gobiernos que tomen medidas contra el cambio climático, ante la inminencia de una cumbre en las Naciones Unidas.
Muchos menores de edad faltaron a clases para participar de la segunda "
Huelga Global Climática", luego de que
un evento similar atrajo a multitudes en marzo.
Los actos comenzaron en
Australia con marchas en 110 poblaciones grandes y pequeñas, incluidas Sydney y Canberra, la capital. Los manifestantes reclamaron que el gobierno de su país, el primer exportador mundial de carbón y gas natural líquido, tome medidas drásticas para reducir las emisiones de gases de invernadero.
Aunque nosotros mismos no estamos enfermos, el planeta en que vivimos sí lo está y protestamos y luchamos por él", dijo Siobhan Sutton, de 15 años, estudiante en la Perth Modern School.
Los organizadores calculan que más de 3
00 mil personas salieron a las calles en lo que serían las mayores manifestaciones en el país desde la guerra de Irak en 2003.
Las protestas se inspiran en parte en el activismo de la adolescente sueca Greta Thunberg, quien desde hace un año encabeza manifestaciones bajo el lema "Viernes para el Futuro" para reclamar a los gobernantes del mundo a que incrementen sus medidas contra el
cambio climático. Thunberg figura en la lista de oradores de la Cumbre de la ONU sobre Acción Climática el lunes.
Se registraron cientos de marchas en República Checa, Alemania, Gran Bretaña, Polonia y otros países europeos donde muchas escuelas secundarias dieron licencia a los estudiantes para que pudieran participar en los actos.
En Berlín, unas 80.000 personas, según los organizadores, se concentraron frente a la Puerta de Brandeburgo, no lejos de la cancillería, donde el gabinete ultimaba los detalles de un plan para limitar las emisiones de gases de invernadero.
En Helsinki, la capital de Finlandia, un hombre disfrazado de Papá Noel sostenía un cartel frente al Parlamento con la leyenda "Mi casa se incendia y mis renos no saben nadar".
Se registraron protestas menores en Japón, Corea del Sur, Filipinas, Hong Kong, India y otros países de Asia.
En Tokio, cientos de estudiantes y activistas ambientales marcharon a través del distrito comercial de Shibuya con cánticos de "Justicia climática" y carteles que pedían "salvar a la Tierra" o que denunciaban que "la Tierra se incendia".
También hubo actos en una decena de ciudades en todo el país, incluso en la antigua capital de Kioto, que fue sede de la conferencia climática de 1997.
En Seúl, una treintena de activistas enviaron mensajes en código Morse con linternas LED para pedir medidas para salvar la Tierra.