El día que murió a mediodía, su vecina Dora Nidia Mata Guardiola lo vio muy cerca de la harinera, José Guadalupe se arrastraba por la banqueta
FRONTERA COAH.- La triste historia de José Guadalupe Alvarado Rivera de 65 años llegó a su final, murió la tarde del pasado domingo, según el certificado médico las causas de su muerte fueron hipoglucemia y alcoholismo crónico, sus restos fueron velados en la funeraria Villarreal prácticamente vacía.
El caso se dio a conocer en el mes de noviembre cuando un corto circuito consumió el cuarto en donde dormía, estaba separado del resto de su vivienda, su esposa Estela Cárdenas le impedía el paso, el alcoholismo había destruido su matrimonio y le tenía desconfianza, temía que ocasionara daños y cuando tomaba hasta la desconocía.
A raíz del incendio, José Guadalupe durmió algunos días en el patio de su casa, bajo unas láminas, entre tablas, en una cama que ya no tenía colchón solo cartones y una cobija, lucía despeinado, sucio y triste, su ropa tenia las cenizas del incendio, fue un milagro que resultara ileso, como pudo salió y gritando pidió auxilio.
Parecía increíble que su esposa lo tuviera prácticamente abandonado en uno de los rincones de su patio, los días eran frescos sobre todo en la noche, apenas y tenía una cobija y una chamarra vieja con la que se cubría el frío.
Unas vecinas mencionaron que su esposa Estela Cárdenas trabajaba en una maquiladora para cubrir con los gastos del hogar y la comida, mencionaron que era difícil tenerlo en casa pues cuando tomaba se ponía agresivo y le tenía miedo, pero antes de irse a trabajar y después de regresar le daba comida.
La historia causó conmoción en la red social, una semana después alumnos de “4A” de la carrera de Desarrollo de Negocios de la UTRCC lo visitaron y le llevaron despensa, le compraron ropa y cobija y le dieron ánimos para seguir adelante y olvidarse del alcohol.
Los alumnos estuvieron más de una hora con él, platicaron, lo hicieron reír y no pudieron faltar los abrazos, realmente los alumnos se conmocionaron y señalaron que el alcoholismo era una enfermedad y que sin duda alguna José Guadalupe necesitaba apoyo.
Él no se cansaba de agradecerles lo que habían hecho, lo hicieron sentir importante, lo apapacharon y le dieron ánimos para salir del alcoholismo.
“Hay que muchachitos tan hermosos, tan jovencitos, tienen otra vida, la mía ya se acabó, no se cómo agradecerles y no se quien se los va a pagar nunca en la vida me esperé esto”, fueron las palabras de don José.
Lamentablemente no fue suficiente para que saliera de la enfermedad, el día que murió a mediodía, su vecina Dora Nidia Mata Guardiola lo vio muy cerca de la harinera, José Guadalupe se arrastraba por la banqueta, estaba ebrio horas después se puso mal.
La Cruz Roja lo llevó a su hogar, ahí permaneció unas horas, posteriormente su esposa lo llevó a consultar al hospital Amparo Pape y ahí falleció.
“Nunca dejó la bebida, le pudo más el vicio, durante estos días de frío estaba con su esposa pero ella tenía que trabajar y él se le salía, pues ya siquiera está descansando porque no podía dejar el vicio”, dijo Lucía Espinoza.
La funeraria Villarreal estaba prácticamente vacía, en el féretro estaba un hombre que parecía muy conmocionado, mientras que en las sillas solo estaba una de sus vecinas, quien comentó que su esposa estaba realizando los trámites para darle sepultura.
Más detalles.
-Durante 5 años estuvo en las garras del alcoholismo y finalmente terminó con su vida.
-Fue en noviembre cuando se quemó el cuarto en donde vivía, durante algunos días durmió en el patio de su casa a pesar de las bajas temperaturas.
