Aunque algunas sustancias como la cafeína, son aliadas para la salud, usarlas sin prescripción, sin conocer el estado de nuestro cuerpo, o sin tomar en cuenta las contraindicaciones, puede tener resultados literalmente fatales que nadie espera.
Así le sucedió a Lachlan Foote un joven originario de Sydney, Australia que murió hace 18 meses cuando tenía apenas 21 años, a causa de una sobredosis de cafeína.
Según informó la familia de Lachlan, que ahora busca prevenir esta clase de incidentes en jóvenes, él había vuelto de una fiesta con sus amigos y se preparó un licuado de proteína que adicionó con un suplemento en polvo de cafeína que es fácil de comprar en Internet, pero no imaginó que la bebida tendría graves consecuencias.
De acuerdo con la investigaciones, algo extraño había notado el joven en su bebida proteínica, quizá un sabor amargo o extraño porque advirtió sobre ello en su último mensaje en Facebook.
La realidad reportada por la autopsia fue que Foote consumió mucha más cafeína de la recomendada, pues una sólo cucharada de la cafeína en polvo puede contener la sustancia activa en 32 tazas de café.
Cafeína: popular y letal
La cafeína en una buena taza de café tiene múltiples beneficios que todos conocemos, pero poco se dice que este elemento es la droga psicoactiva más popular del mundo pues se encuentra presente en muchísimos productos que consumimos a diario:bebidas energéticas, alimentos, refrescos, té, chocolate y muchos más.
Sin embargo, es importante resaltar que la sobredosis de cafeína es posible y puede conducir a la muerte ya que aumenta el ritmo cardiaco, altera la respiración y puede aumentar la presión arterial, causar vómitos, calambres y taquicardia que pueden causar desde la pérdida de conciencia, hasta la muerte.
En entrevista para la revista digital Insider, la especialista Leslie Bonci destacó que la cantidad de cafeína necesaria para causar una sobredosis depende de la masa corporal de cada persona, en la mayoría de los casos la cifra se mantiene cercana al equivalente a 20 tazas de café.
